Ramón Marín Vargas y Cien Años de Su Natalicio

El 2 de Julio de 1915, nació en Palestina (Caldas) el Doctor Ramón Marín Vargas,   político, periodista, abogado, humanista, escritor, orador y educador, que a pesar de su corta existencia, siempre se destacó por su disciplina, carácter y grandes principios, que trazaron un camino para las generaciones actuales, y en especial para aquellos que por asuntos de la existencia llevamos su sangre y no tuvimos el gusto de conocerlo en persona.  Hoy como un homenaje en sus efemérides, me aventuré a dedicarle estas líneas; tal vez no sea el más indicado en hacerlo, pues no viví en esta época, y el imaginario que me formé  de él lo construí a partir de la tradición oral, sin embargo en mi curiosidad como investigador he ampliado mis conocimientos sobre su vida y obra a través del diálogo permanente con sus bien escritos editoriales, ensayos, discursos, cartas, y anécdotas, que lo inmortalizaron.

Síntesis biográfica

1921-1935: Estudios primarios y secundarios en la escuela primaria de Chinchiná y en el Instituto Universitario de Caldas en Manizales.

1935-1940: Estudios universitarios en la Universidad del Cauca y en el Externado de Colombia, en donde se graduó como abogado.

1941-1951: Director del diario liberal “La Mañana”.

1944: Contralor municipal de Manizales.

1945: Personero municipal de Manizales.

1946: Diputado a la Asamblea departamental.

1948: Representante a la cámara.

1954: Magistrado del Tribunal Superior de Manizales. 

1958-1962: Senador de la República.

1963: Decano de Derecho de la Universidad de Caldas.  

1964-1965: Gobernador del Gran Caldas.

1965-1966: Jefe del liberalismo departamental.

1966: 10 de Diciembre, 9:15 Pm, falleció en su residencia del barrio La Francia en Manizales.

Abuelo Ramón, como me gustaría tomarme una botella de vino tinto en tu compañía al calor de una hoguera, especialmente en estos tiempos tan convulsos y fascinantes que nos tocó vivir, para que me hablaras del diario liberal “La Mañana”, de aquellas tertulias en el círculo literario Atalaya, o sobre las contiendas políticas que en ocasiones eran más fuertes con tus copartidarios; o quizás sobre los atardeceres contemplados en Manizales con Pablo Neruda en 1943, declamando sus 20 poemas de amor contemplando el Tatamá en el horizonte, embriagando de colores el espíritu. Sé que fuiste un hombre muy virtuoso y un gran líder político, pero indudablemente tus grandes dotes de escritor, con esa claridad, pulcritud, y hábil manejo del idioma, hicieron que muchos de tus amigos, colegas, y estudiantes te llamaran el pequeño Séneca.

Dos de Sus Principales Aportes al Liberalismo

Comencemos refiriéndonos al diario liberal “La Mañana” como su gran legado periodístico, este polémico proyecto, (1941-1951) fue el de mayor duración que tuvo el Gran Caldas hacia la primera mitad del siglo XX, desde allí Marín Vargas gracias a su carácter político y dotes de visionario, batalló contra viento y marea en una época muy  difícil pero clave para la política, el desarrollo de las ideas liberales en el Gran Caldas y el país, “La Mañana” en 10 años publicó artículos sobre los más variados temas, y constituyó en el departamento un escenario de formación política y opinión que así como muchos diarios fue clausurado por la censura. Si analizamos cada editorial en este diario, podemos hacer una interpretación de la realidad  social, económica, política y cultural de aquellos momentos históricos que evidencian interesantes luchas bipartidistas, que se libraban desde estos espacios editoriales, que aún persisten en nuestra sociedad pero con orientaciones políticas camaleónicas.

Otro texto que nos ubica dentro del pensamiento político y filosófico, de Marín Vargas es un ensayo conocido como “La Actualidad del Liberalismo”, que constituye un magistral opúsculo, que brinda una contribución fundamental para las ideas del partido liberal colombiano. En esta obra  el autor hace un análisis de su época donde se reflejan las consecuencias de la violencia política en Colombia, desde su experiencia como líder nos explica detalladamente la presencia histórica del liberalismo, en un profundo análisis sociológico sobre Marxismo, Comunismo y Socialismo; define el estado liberal, el estado de derecho, los errores del liberalismo, y finalmente un análisis de la realidad colombiana, que no difiere mucho de la que podemos percibir hoy, pues se sigue censurando a quienes opinan distinto, la violencia “política” persiste, los estudiantes en las universidades públicas siguen pagando el plato roto de los malos manejos del presupuesto por parte de nuestra clase dirigente, siendo solo una minoría dentro de los claustros, la que se preocupa por transformar su realidad; de igual forma se critica la juventud por sus vicios y pasiones  pero nuestros mayores en muchas ocasiones no dan ejemplo, quedándose solo en la crítica, porque tampoco aportan soluciones. Se alardea sobre libertad de prensa, de opinión, o de expresión en un sistema mediatizado que pone en riesgo la vida de los colombianos que pretenden expresar sus puntos de vista, o pensemos cuántos de nuestros columnistas, novelistas, poetas o particulares, se encuentran hoy en el exilio por desarrollar su libre pensamiento.

Reflexión 

Aunque la época que nos tocó vivir presenta dinámicas sociales muy diferentes, se hace urgente adoptar una postura crítica frente al bombardeo de información que nos entregan las redes sociales y los diferentes medios de comunicación, muchas veces en forma tendenciosa, carente de investigación, y peor aún atentando contra la dignidad humana, en este ultimo aspecto Marin Vargas era muy enfático porque el siempre demostró altura con su pluma, como académico y en especial durante su carrera política. Es ineludible el compromiso que hoy tenemos los miembros de esta sociedad, porque debemos seguir construyendo una historia más crítica, y reflexiva para nuestro país, especialmente cuando grandes hombres nos han trazado la ruta para rescatar los valores claro está sin caer en extremos, por este motivo hoy estamos necesitando otro boom periodístico, e intelectual, como el que vivió Manizales y el Viejo Caldas en buena parte del siglo XX, pues en la actualidad existen muchas personas con la experiencia, el talento humano y los argumentos suficientes para construir espacios de debate, donde los ciudadanos se puedan expresar libremente, planteen sus propuestas con seriedad, decencia y respeto humano, en un auténtico ejercicio democrático como nos enseño Ramón Marín Vargas. Abuelo a pesar de que no tuve la fortuna de conocerte en persona, destaparé otra botella de vino para seguir celebrando tu centenario?