MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Como si nada, Sandra Patricia López, cuenta: “Acá tiembla mucho, casi que a diario y a diferentes horas; son tremores del Volcán, suaves. Uno siente por la planta del pie que vibra la tierra, y por eso sabe que está temblando. A veces, cuando son duritos, se caen cosas de las mesas”.

Se refiere a la actividad del Volcán Nevado del Ruiz, ubicado diagonal al sitio El Arbolito, a unos 35 minutos de Manizales por la vía que conduce al Volcán, dentro del Parque Nacional Natural Los Nevados (PNNN). El Ruiz se encuentra en nivel de actividad amarillo, que significa cambios en su comportamiento.

El jueves informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC) que el Volcán había tenido en la mañana dos emisiones de ceniza. El 10 de diciembre del 2019, en un monitoreo en sobrevuelo, el Servicio pudo ver las características de un domo de lava (especie de tapón) que se empezó a formar desde el 2015 en el fondo del cráter Arenas, que hace parte del Volcán.

El sábado, LA PATRIA visitó una zona del PNNN para conversar con los habitantes sobre como es convivir con esta actividad.

Carrasperita

Ese día el Parque tuvo un clima frío, viento fuerte y ambiente tan nublado que la carretera se perdía a escasos 10 metros. El Ruiz no se dejó ver. Por momentos llovió y cayó una sutil brisa; como hacía meses no tenían en la zona, afectada por el sol y las heladas de las noches y de los amaneceres, en especial cultivadores de papa en el Parque y el vecino Páramo de Letras. Tampoco se vio ceniza ni se sintió olor a azufre.

De la caída de ceniza volcánica, Sandra, que vive en El Arbolito, también se acuerda que es casi a diario. Sin embargo, en las afueras de la casa, que es un refugio de alta montaña y restaurante, no se nota nada; ni en la carretera que conduce al Nevado. Por la zona dicen que el viento la dispersa y por eso no se ve.

“Cuando cae mucha ceniza sí se siente, pero ya estamos enseñados”, agrega Sandra. Aunque con la pregunta de qué les sucede con esta emisión se anima a seguir hablando del tema: “Sentimos carrasperita en la garganta, y el olor de los gases a veces también se siente, huele a azufre muy fuerte”.

Cuenta además que el agua les sabe a cobre. “Acá no se puede consumir agua de la llave, sirve solo para bañarse o para lavar ropa y loza. El agua para consumir la traigo en galones con el mercado desde Manizales”.

Mirador del Cumanday

Sandra tiene 50 años, vive en El Arbolito con su esposo y su hijo menor, a 3 mil 850 metros sobre el nivel del mar. Llevan allí dos años, antes residían en Villamaría. El restaurante era de su hermana, aunque la vivienda es parte de una finca lechera y pagan arriendo. La hermana lo entregó y Sandra lo tomó porque toda la vida ha trabajado en el Páramo.

Hizo un taller que ofreció para la comunidad el Observatorio Vulcanológico y Sismólogico de Manizales del SGC. “Estuve una semana conociendo de volcanes. Nos enseñaron que hay que decirle a la gente que esto no está pasivo, que está activo a toda hora, y aprovechar la actividad”.

En El Arbolito venden recuerdos del Volcán. Sandra saca de una vitrina postales -a $2 mil-, llaveros -a $8 mil-, cuadros pequeños -a $20 mil- de las distintas áreas del PNNN. “El Parque no solo es el Ruiz, también está el Santa Isabel y el Nevado del Tolima. Son tres departamentos los que cubre el Parque: Caldas, Risaralda y Tolima. También tenemos estas maderitas que dicen Cumanday, nombre indígena del Volcán; por eso esto acá se llama Mirador del Cumanday”.

No está reprimido

El restaurante lo abren entre 6:30 a.m. y 7:00 a.m., aunque hay gente que pasa antes de esa hora y Sandra y su esposo no tienen problema en abrir y servir desayunos. Mantienen a la mano tarjetas de los hostales de la zona, entre esos el glampin León Dormido, en la montaña arriba del restaurante, y para el que trabaja su hijo menor, de 21 años.

Sandra expresa en tono tranquilo que El Ruiz es muy monitoreado, y que la gente del Observatorio sube prácticamente a diario y habla con la comunidad. “Dicen que entre más ceniza y cosas salgan es mejor, porque el Volcán no está reprimido. No es que uno se confíe mucho, sabemos que está activo, que no es ningún León Dormido. Hay que estar es pendiente e informar cualquier cosa. Si pasa algo, nos van a avisar con tiempo por los radioteléfonos que tenemos, y si es muy grave se ha dicho que un sitio seguro sería la Laguna Negra, o salimos hacia Manizales”.

Otras voces

Germán Gómez, glampin León Dormido

La idea de este sitio es recuperar la montaña. Tenemos zonas grandes del Parque deforestadas por la ganadería y la siembra de papa y otros cultivos. Nos surgió la idea de hacer unas cabañas para hospedar la gente que quiere venir a disfrutar del paisaje del Volcán Nevado del Ruiz, y estamos sembrando frailejones, cenesios y otras especies. La cabaña más alta está a 4 mil metros de altura, y todo el día, si está despejado, vemos el Volcán en actividad. Es muy usual que tiemble acá y la ceniza no es problema porque ventea mucho. El Volcán no se percibe como un riesgo.

Pedro Uriel Sierra, agricultor de Letras

Los sismos del Volcán se sienten desde el caserío y las fincas cercanas, a veces duritos y otros menos fuertes. Ceniza no llega porque el viento casi siempre se la lleva hacia otros lados. Uno se acostumbra a los temblores. Desde aquí se ve el Nevado con la columna de gases, pero no se sienten los olores a azufre. Nos han dicho que en caso de que haya una erupción debemos guardar la calma y buscar los sitios más seguros de las casas en cuestión de techos, porque se podrían romper con una posible caída de materiales, como pasó en la erupción del 85.

Sobre el Volcán

* Según el SGC, el Ruiz se considera de los volcanes más activos del país.

* El Observatorio en Manizales lo monitorea desde 1985.

* Las erupciones registradas del Ruiz son las de 1845, 1985, 1989 y dos erupciones menores en mayo y junio del 2012.