Templos en Caldas, unos abren y otros cierran

LA PATRIA | Manizales

Unos templos abren mientras otros son obligados a cerrar, a pesar de que habían intentado normalizar su situación.

En La Merced abrieron el domingo los templos del municipio, medida que se tomó tras una reunión en la Alcaldía el jueves, en la que se determinaron los protocolos de bioseguridad.

Según el diácono Ricardo Andrés Vidal, de la Parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes, para este templo se aprobó una capacidad máxima de 75 personas por misa y es obligatorio el tapabocas. No se permiten menores de edad ni mayores de 70 años. Se tiene en cuenta el pico y cédula.

En Pácora, el Ministerio del Interior ordenó, por intermedio del alcalde, Andrés Duque Osorio, dar a conocer al párroco, Francisco Antonio Hincapié Valencia, que el templo San José no está adecuado con elementos de bioseguridad. Por eso no puede ser reabierto a los feligreses. Ante esta decisión, los sacerdotes manifestaron que saldrán al espacio público a realizar misas y que otras las trasmitirán por el canal local de TV.

El alcalde les comunica en el oficio: "Razón por la cual se advierte si en alguna medida se contraviene con los decretos de orden público nacionales tendrá prevalencia las medidas adoptadas por el presidente de la República".

Desde el Día del Padre la Administración municipal autorizó abrir las puertas del templo para recibir feligreses con un aforo mínimo y con requisitos específicos como lo informó LA PATRIA. Se venían dando tres misas diarias, pero el viernes en horas de la tarde se ordenó el cierre total del templo.

En Aranzazu reabrió el templo Nuestra Señora del Rosario el viernes, después de 105 días con las puertas cerradas. El párroco, Libardo Aristizábal Sánchez, volvió a oficiar la eucaristía de 7:30 de la mañana. Para ello, se debió cumplir con un protocolo muy estricto que comprende tomas de temperatura, desinfección de manos y calzado de los fieles, así como el registro con datos personales.

El uso del tapabocas es obligatorio y las bancas fueron ubicadas de tal forma que garanticen el distanciamiento social, el cual también se conserva al finalizar la misa. Una vez desocupado el templo, todas las bancas y zonas comunes fueron sometidas a desinfección.

Salamina es otro de los municipios que abrió su templo principal, la Basílica de la Inmaculada Concepción y con todos los protocolos de bioseguridad exigidos.