Alfonso Ángel Uribe: de dirigente cafetero, al monte como cultivador

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

"Mire estas ramas, son una belleza, mire esta cantidad de café, esto le sube a uno la moral"...

"Tengo variedad Colombia, pero este año voy a renovar con Castilla"...

"Esto es parte de lo que hay que hacer, no se puede ser muy agresivos con las prácticas, como el uso de azadón, sino intercalar con herbicidas, el machete y la guadaña, para que siempre se tenga una buena capa vegetal"...

"Huela esta raíz, qué siente, es mentol, es lo que llaman arvenses nobles, no afectan al café"...

"Hay cosa que siempre hay que tener presente y es que el campo se trabaja con amor"...

Junto con Fernando Valencia y Gilberto Martínez, Alfonso Ángel Uribe revisa la producción de café de fin de año.

Durante casi dos horas de recorrido por su finca, en Palestina (Caldas), Alfonso Ángel Uribe, el exdirector del Comité de Cafeteros de Caldas, muestra sus cafetales, destaca la importancia de proteger el campo, y señala sus germinadores y el almácigo, donde establece sus nuevos cultivos. También da cierta cartilla sobre lo que está haciendo en El Nogal.

Por 33 años, el exdirigente estuvo al frente del Comité de Cafeteros en Caldas, que cumplió 90 años de creación, al igual que la Federación Nacional de Cafeteros, por lo que, en medio de carcajadas, reconoce que es de los dirigentes que más fue a congresoscafeteros, 41 en total.  

En tierras del bisabuelo

Después de un largo recorrido, Alfonso Ángel revisa el almácigo donde prepara sus nuevas plantaciones de café.

Para él será difícil dejar atrás tres décadas de trabajo, pero también celebra que podrá estar de lleno en su finca, recorrerla todos los días y tener de cerca los problemas y situaciones que viven a diario los productores.

Más en la misma tierra que perteneció a su bisabuelo, Pedro Uribe Ruiz, padre de Pedro Uribe Mejía, el conocido representante de los cafeteros de Caldas y líder nacional por más de tres décadas. Con ese ejemplo y el de Manuel Uribe Mejía, su abuelo, ahora la meta de Ángel Uribe es demostrar su paciencia en el monte y los resultados como caficultor.

Aunque ha tenido varios reconocimientos, resalta que con el premio como Caldense del Año le sucedió algo especial. Cuando el director de LA PATRIA, Nicolás Restrepo, le notificó que recibiría este galardón, lleno de emoción, Ángel Uribe optó por enviarle un mensaje a sus tres hijos a través de Whatsapp, pues estaban fuera del país.

"Les dije que les iba a repartir la herencia, hecho que no solo les generó dudas, sino susto, por el temor de que estuviera padeciendo alguna enfermedad". Después de un breve silencio, la respuesta de Ángel Uribe fue: "Mi herencia se las estoy entregando hoy... el ejemplo".

Los retos

Con Rodrigo, su mayordomo, Alfonso Ángel revisa su germinador.

- ¿Qué expectativas tiene ante enfrentarse o de estar de lleno en el cafetal?

Será una época maravillosa de mi vida porque estoy volviendo a mis raíces. Estoy en la misma tierra de mi bisabuelo, y ahora la tarea es tratar de ser un muy buen caficultor.

- ¿Hay algunas tareas puntuales, más con el reto de aplicar todo lo que aprendió?

Por supuesto, la meta de ahora en adelante es tener una finca productiva, rentable, que se ciña a los criterios y recomendaciones de Cenicafé y del servicio de extensión. Ahora, al otro lado, quiero ser muy riguroso y estricto, aplicando el paquete tecnológico de la Federación, y poniendo en práctica todas las recomendaciones que nos tocó impartir a través del servicio de extensión.

- ¿Qué es lo más difícil de ser cafetero?

Como nos dicen los mismos productores, el café lo que más requiere es amor y mantener la fe. Eso es algo que no voy a perder nunca, porque las dificultades del día a día van a ser menores y la satisfacción mucho mayor.

Al otro lado

- Estando al otro lado, le puede resultar más fácil decir ¿qué retos o cambios tiene que asumir el departamento para mejorar su actividad cafetera?

La fortaleza en Caldas, y de pronto no son bien aprovechadas, son las alianzas público privadas. El Comité de Cafeteros es motor de estas alianzas, conoce como nadie su importancia y si tuviéramos un mayor número de instituciones y personas involucradas y que creyeran en esta beneficio, seguramente haríamos cosas de mayor impacto.

- ¿Hay muchos esfuerzos por separado?

No sé, pero las alianzas son una palanca gigantesca que hay que aprovechar más. En educación lo hicimos, con 16 aliados que apoyaron un proyecto de educación rural que beneficia a miles de familias campesinas y a sus hijos. Eran instituciones que no tenían dentro de su misión o dentro de su responsabilidad la educación, pero entendieron que sí lo podían asumir. Pero si tuviéramos más, seguramente este departamento sería otro muy rápidamente. Estto aplíquelo a cualquier otra actividad. En Caldas somos fuertes en eso, pero se puede mejorar.  

- ¿Quién debe liderar esto para que funcione mejor?

Hay que aprovechar el liderazgo del Comité que ha sido el hilo conductor de estas alianzas por 35 años. El objetivo es que todos los niños y jóvenes del campo tengan oferta plena en educación primaria, secundaria, formación media y universitaria, cerca a sus predios, para no tener que desplazarse del área rural y así terminar involucrados como empresarios en los predios rurales de sus padres, convirtiéndose en la generación de empalme de la caficultura.

- ¿Cómo ve el problema de escasez de mano de obra y de relevo generacional?

Son retos muy grandes, pero creo que la institucionalidad es consciente de ello y hay planes para enfrentarlos. Cuando se rompió el pacto de cuotas (1989) se pensó que ese iba a ser el principio del fin de la caficultura, pero aquí estamos. Retos hemos enfrentado y estoy seguro de que la institucionalidad va a ser capaz de superarlos.

- Estuvo la tercera parte de los 90 años del Comité ¿qué tareas tiene que hacer la entidad para ir por otras nueve décadas más?

Las tareas son múltiples, pero la institucionalidad es tan fuerte que sabrá enfrentarlas, y los caficultores siempre tendrán un apoyo decisivo de la Federación de Cafeteros y de sus instituciones.

Los pasatiempos

- ¿Qué está dispuesto a recuperar o hacer en ese tiempo, que como dirigente perdió?

Mi pasión y parte de mi enfoque se centró en la educación rural, entonces, si puedo aportar en otro ámbito, seguramente allí voy a estar. Es otra expectativa que tengo.

- ¿También contaron que es un duro en la cocina?

Me gusta muchísimo estar en una cocina con mis mejores amigos, a quienes califico como mis amigos de siempre, preparando unos buenos platos, y acompañado de unos buenos vinos.

- ¿Cuál es su plato especial?

Me gustan mucho los curry, y de hecho aquí también tengo una gran variedad de ajíes en mi huerta. Ahí voy perfeccionando la técnica. Los arroces también me gusta prepararlos, las paellas, los rissotos, los platos indios acompañados de arroz basmatic.

- ¿Qué plato especial tiene con café?

En mi casa tengo todas las fórmulas y equipos para preparar el mejor café. Eso incluye la máquina espresso de dos calderas, la prensa francesa, la aeropress, chemex, y la tradicional de goteo, entre otras.

- ¿Entiendo que también le gustan los utensilios de cobre?

Sí, me encantan, tengo una buena colección. Mi favorito es una cataplana, que me envió mi nuera portuguesa.

- ¿Y entonces a montar más en bicicleta?

Sí, esa es la intención, pues este es otro de mis grandes pasatiempos. La bicicleta de montaña.

La frase

"Creo que mi tarea se centra en dar ejemplo siempre, tanto a la familia como a todas las personas en general, no solo como caldense del año, sino como ciudadano, como persona de bien, como caficultor, como buen caldense, manizaleño y colombiano que soy".

Reconocimientos

El dirigente cafetero recibió la medalla al mérito de la Federación Nacional de Cafeteros, en la categoría mérito por servicios, durante el pasado 83 Congreso Cafetero, por sus 33 años de servicio. Además la medalla Pedro Uribe Mejía, que le otorgó el Comité de Cafeteros de Caldas.