Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA I Manizales
Las metas de la educación para los municipios de Caldas, sin contar Manizales, se han basado fuertemente en infraestructura. También en calidad. Sin embargo, está claro que virar hacia la tecnología es imperativo más que nunca, pues la emergencia por el covid desnudó del todo algo que se sabía: Miles de niños sin computador y peor sin conexión.
En ese sentido el Plan de Desarrollo 2020-2023, lleno de tareas, deberá multiplicar esfuerzos para que la enseñanza virtual deje de ser un enunciado y pase a ponerse al día.
Eso sin bajar la guardia en obras civiles, el estado de plantas físicas es deplorable; siguen como cruciales dotación y capacitación docente, entre otros.
Fabio Arias repite como secretario de Educación, estuvo tres años largos con el anterior gobernador, Guido Echeverri. Reitera en propósitos e incluye el reto de ganar en conectividad. Habla de llegar a por lo menos 350 sedes, de las 1.070, sobre todo las que albergan más alumnos y tienen señal.
Hernán Alberto Bedoya es diputado liberal, partido de oposición. Dice: “El Departamento desde hace unos años da pasos de manera segura en educación. Y en este Plan de Desarrollo no es la excepción”. Resalta la idea de incorporar TIC en el 100% de establecimientos.
En infraestructura es prioritario terminar los 19 colegios, cuyas obras están en proceso de reactivación luego del choque Gobierno nacional-contratista Mota-Engil. También comenzó un proyecto con $7 mil millones, de bolsa común, para reparar inicialmente 350 planteles.
¿Y la plata?
Juan Sebastián Gómez, diputado de la U y progobierno, destaca la participación de la academia en la elaboración del Plan para educación, ya que aporta para tener personal idóneo y llegar a mejor educación.
Ve positivo mantener programas para mejorar infraestructura. Reconoce que lo financiero es un reto mayor, ante el golpe que con la emergencia sanitaria reciben recursos por impuestos de vehículos y transferencias de licores y tabaco, por ejemplo.
El Plan de Desarrollo de Caldas cuesta $2,7 billones, de ellos $1,29 billón corresponde a educación. La mayoría serán de transferencias nacionales, por ejemplo $1,24 billones para cobertura y permanencia.
El secretario comenta: “Haremos un esfuerzo con alianzas y convenios para que rinda la plata. La idea es aportar el 10% de recursos propios, dependemos de recaudos y sobre todo de la Licorera”.
Algunas metas
- Disminuir al 2,8% deserción escolar en básica y media.
- Aumentar al 55% permanencia en básica y media.
- Reducir al 4,24% analfabetismo en mayores de 15 años.
- Disminuir a 7 la brecha de Caldas con Nación en Saber 11
- Capacitar cada año a 500 docentes
- Cuatro inmersiones nacionales o internacionales para docentes y directivos-docentes
- Reconocer 200 prácticas pedagógicas exitosas del aula
- 15% de la matrícula hará parte del Programa de Bandas Estudiantiles.
- Nombrar en propiedad al 100% de docentes etnoeducadores indígenas.
- Construir 295 aulas nuevas y mejorar 350
- Dotación del 100% de establecimientos
Sindicato
Darío López, presidente de Educadores Unidos de Caldas (Educal)
Vemos líneas gruesas en Educación, falta especificar. El secretario actual quiere darles continuidad a proyectos, pero eso es con recursos. Necesitamos un frente común para que la Nación modifique la asignación en el Sistema General de Participaciones y asegurar plata para infraestructura, por ejemplo. No puede ser que le quieran cargar esto a regalías y a recursos propios de departamentos, en dificultades.
Recomienda exsecretaria
Aracelly López, secretaria de Educación de Caldas 2014-2015 con el gobernador Julián Gutiérrez:
“El plan debe ser pertinente, que haya sido con la gente y para la gente, que responda a sus necesidades. Un secretario dinámico, que entienda que es trabajo en equipo, convergencia de áreas de la institucionalidad. Unidad de criterios y conocimiento de metas. Liderazgo y seguimiento. Que esté bien financiado y apalancado. Si está integrado a comunidades estas ayudarán a sacarlo adelante porque le ven utilidad”.
Desde la academia
Silvio Cardona González, Doctor en educación, certificación posdoctoral “Educación, complejidad e investigación transdisciplinar”, Docente Doctorado en Educación, UCM, Profesor catedrático titular de la ESAP Caldas.
Como siempre, reconocer el esfuerzo, la inteligencia y apuestas de los gobiernos y los actores involucrados en este proceso: la sociedad, la empresa y la academia. Pensar, organizar las ideas y definir los instrumentos de planeación territorial, en este caso el Plan de Desarrollo Departamental 2020-2023, ya es un ejercicio contributivo y de responsabilidad pública. El sector educación, no se abstrae de esta decisión acontecimental, porque la educación, de manera histórica, sinérgica y de conciencia profunda, hoy, con mayor fuerza en los tiempos presentes que devienen futuros, siempre tendrá la palabra por el inmenso potencial de humanidad desde la formación, y reconocerse como recurso insoslayable contributivo al desarrollo de la sociedad, y las apuestas por el desarrollo económico y social de los territorios.
Constituyen rasgos de historicidad de la planeación educativa en Colombia, desde la Constitución y la ley, que se podrá leer, así mismo, en las entidades territoriales, que la estructura del plan sea una prolongación de las políticas y plan de desarrollo nacional, so pretexto de la figura de articulación, y aprovechamiento de los recursos, que vienen de la Ley 715 de 2002, y, de manera reciente de fuentes de regalías y otras, que se construyen por las relaciones intersectoriales y de programas conjuntos.
“… Los rasgos declarados para el sector de la educación en el Plan giran alrededor del desarrollo del derecho a la educación, y cumplimiento de las finalidades del Estado, los propósitos de la gestión pública, y el horizonte programático del Gobierno Departamental, por ello, el énfasis en los diagnósticos, la decisión estratégica y el esbozo de metas, y rubros, en cuanto: Coberturas, acceso y permanencia, tasa por niveles y coberturas netas; permanencia y deserción 2008 – 2018, analfabetismo, censo 2005.2018; pruebas Saber, cuadros comparativos, promedios área urbana rural; articulaciones con otros sectores y programas.
Llama la atención, que sea el programa de Ciencia, tecnología e innovación el eje vertebrador de estos propósitos, para garantizar la eficiencia de la gestión, pues es un asunto muy débil, que considero, debe ser eje del desarrollo de los sistemas educativos, que hoy se debaten en contexto de sociedades y paradigmas emergentes y asuntos compromisarios de Colombia al ingresar a la OCDE; este comportamiento de comprensión y estrategia del sector educativo en desafío del plan departamental, es así mismo un rasgo de la Planeación Indicativa, que algunos otros estudios o teóricos de la planeación, denominan, Imperativa o Normativa.
La perspectiva de largo plazo en estos planes, es casi ausente, o se ha venido diluyendo, aquélla que conocemos como planeación estratégica prospectiva, porque se le ha dejado a los planes decenales de educación, y quías al desafío de no lograr la construcción de un proyecto educativo para el Departamento, y que aunque en la Presentación del Plan Departamental, el segundo párrafo se centra en categorías centrales: educación de calidad…., innovación constante …. investigación aplicada…… , competencias blandas, un nuevo paradigma educativo ….. desarrollar diferentes formas de pensamiento… educación multidimensional, etc. Se convierte un texto seductor, bien importante, la estrategia del plan sectorial deberá hacerla vid. Los indicadores de efiencia y eficacia, privilegian el cambio por vía programática, y muy débil, la vía paradigmática.
Y como cierre de estas notas, sería interesante volver al debate de la responsabilidad que tiene el sector educativo con el sistema de ciencia, tecnología e innovación, que se viene repensando en el país, como un asunto proactivo y revolucionante de la ciencia situada y contextualizada, pluriétnica y multicultural: para ello, habrá que animar la resignificación de los planes municipales, y los proyectos educativos institucionales, los semilleros de sociedad, la investigación formativa, y las casas de la ciencia, entre otras formas de gestión del conocimiento territorial, articulando siempre alrededor de la vocación humana, productiva y social de los territorios, que ya podrán incentivar / decidir la definición de líneas de investigación e innovación a nivel local, como asuntos que desde la educación, convocan desafío de los currículos y la gestión escolar, pero de manera histórica de cómo formar al más alto nivel los directivos y a docentes (maestrías y doctorados) alrededor del Nuevo Liderazgo Transformador, que se debate en tensión global / local Por eso, la apuesta transformadora de los territorios es desde la educación, y las políticas públicas, para incentivar la cultura de ciencia, tecnología e innovación, y la reinvención de la nueva escuela que se debate , no solo por las exigencias del paradigma tecnológico, sino también para actuar en tiempo de crisis, y de manera contendiente por la situación generados por la pandemia y pospandemia COVID-19.
Foto I Archivo I LA PATRIA
La conectividad, tras la experiencia con la emergencia por la covid, debe pasar al primer plano. En la foto zona rural de Aguadas.
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