"La evaluación es un estigma": José Miguel Olave, docente chileno

LAURA SÁNCHEZ

LA PATRIA | MANIZALES

El camino de los estudiantes en la escuela no puede medirse solo en resultados de exámenes. Ser solo número no es el sentido que debe tener la evaluación piensa el académico José Miguel Olave.

Este coordina la investigación del Centro Saberes Docentes, de la Universidad de Chile, y participa en Manizales en el Primer Congreso Internacional de Práctica Pedagógica, de la Universidad de Caldas.

"La evaluación, en mi tesis doctoral, es un estigma, un puntaje que decide el proyecto de vida. Si un estudiante tiene suerte entra a una universidad muy buena, y si no, va a quedar en el camino y eso casi siempre es un proyecto de vida con retornos laborales no tan buenos. La evaluación es una herramienta para conservar el estatus de las élites", explica Olave.

Para cambiar este panorama y que los niños aporten con sus conocimientos a la solución de problemas de comunidad, Olave propone redefinir el concepto de evaluación y da algunas luces para hacerlo. El Congreso, al que asisten unas 600 personas, terminará mañana.

¿Qué es evaluación?

¿Qué es lo que se evalúa cuando se evalúa? Es como preguntarse qué se ama cuando se ama. Evaluación es valorar, es poner en valor algo. En la escuela la definición es poner una nota, es un número que a uno lo acompaña. Lo que pasa en Latinoamérica es que la calificación se ha vaciado de sentido pedagógico, ya no se valora por cuánto aprendemos si no por el resultado, es más hegemónico el poder que tiene el resultado que el proceso. Buscamos que la evaluación sea un proceso, que el profesor pueda mirar y ajustar sus juicios. La evaluación puede ser justa, porque buscamos mirar el mérito del trabajo, que es distinto a la meritocracia como la composición social heredada.

¿Qué es mérito del trabajo?

Es evaluar el juicio del trabajo, del esfuerzo para hacer una tarea y las capacidades que están en juego. El mérito es capacidad más esfuerzo. Se enseña para una prueba, como las Pruebas Saber, y se reduce la enseñanza a esos resultados. Lo importante no se ve en esas pruebas, se ve en el aula. Eso es lo que hoy no se valora. Tenemos que buscar esa práctica de justicia.

¿Cómo hacerlo?

Entre profesor y estudiante se tienen que poner de acuerdo sobre qué es el mérito. Puede ser capacidad de escribir y producir textos escritos, es una competencia muy valorada. No será evaluada a través de una prueba, sino desde escenarios auténticos como escribir cartas para mejorar el clima escolar. En Chile hubo la idea bonita de poner el banco de la amistad para que quien se siente ahí solo pueda encontrar un abrazo. ¿Por qué esto no puede ser evaluado? La evaluación hace parte de la pedagogía y esta se debe acercar a los problemas sociales, como sentirse solo en la escuela.

¿Entonces el estudiante podría ayudar a resolver problemas de la comunidad?

Sí, por ejemplo, por qué no hacer un boletín turístico de algún municipio de Caldas, se evaluaría diseño, organización, investigación o competencias en otro lenguaje. Debemos valorar es el conocimiento que producimos, que puede transformar nuestra sociedad.

Algunos docentes evalúan el conocimiento impartido en clase, no el previo que tiene cada estudiante.

Tiene que haber un diálogo entre esos saberes del estudiante y el del docente. El producto es una intervención en la sociedad, una toma de postura. Escuchemos las propuestas de los estudiantes sobre el medioambiente, eso es hacer pedagogía.

¿Cómo hacer que el docente entienda que evaluar el mérito no es hacer otro examen?

Hay que entender que la evaluación hace parte de la enseñanza y de la didáctica. La evaluación también es organizar un cumpleaños, un concurso, una muestra cultural. Ahora la definición más común es evaluar desempeño, que es la actuación crítica sobre algo. Necesitamos ingenieros, pero que sean críticos, que piensen en construir una represa afectando el medioambiente o que busque alternativas para generar energía. Hay que evaluar a los mismos docentes en relación a su desempeño para que sean auténticos, que no los lleven a rendir pruebas, porque se forman en la experiencia educativa diaria.

¿Qué opina de las pruebas estandarizadas como Pruebas Saber?

Estamos en una sociedad en la que importa aprender sobre la vida, en lo que no estoy de acuerdo es que se midan en pruebas estandarizadas, es como si los profesores enseñaran para esas pruebas, que no miden el mérito, todo el esfuerzo como una obra de teatro que tiene compañerismo, reciprocidad, capacidad para resolver problemas, es un aprendizaje auténtico para la vida.

¿Cuál es la recomendación?

La alternativa es que los sistemas de evaluación sean locales, desde las escuelas. Que sean en Caldas los que creen sus referentes para decidir qué es lo que hacemos bien, le dice al mundo que cada localidad vale para el mundo con lo que es capaz de producir, y no por el estándar que hay que pasar. Nos ha ido muy mal pasando los exámenes.