Doña Gloria repensó su costurero, ahora se dedica a confeccionar prendas de protección

JOSÉ FERNANDO TANGARIFE

LA PATRIA | MANIZALES

Debido a la coyuntura actual por la covid-19 y a las necesidades que viven algunas familias en el país, muchas han tenido que reinventar su trabajo y crear un nuevo modelo de negocio.

Para elaborar sus productos, utiliza telas suaves, esto con la intención de aminorar las molestias en el rostro. Optó por colores llamativos en telas quirúrgicas y antifluidos.

Maximiliano Viedman Cáceres es su esposo. Él trabajaba en el restaurante Fogón de Palo antes de la cuarentena. Ahora le colabora con la venta y domicilios de los productos que realiza.

Gloria esperó las ayudas del gobierno, pero estas nunca llegaron. Tuvo que regresar a trabajar, pese a que ello le representa un riesgo. Se vio en la necesidad de producir. Los pocos ahorros que tenía, los invirtió en telas para su nuevo modelo de negocio.

Cuando Gloria comenzó con su costurero, lo hizo para confeccionar su propia ropa. Ella se capacitó un año en la Universidad Autónoma de Manizales. Esta no es la primera vez que ha reinventado su negocio.