Alcides Arenas lleva el color en el alma, artista ingenuo de San José (Caldas)

Vicky Salazar

LA PATRIA | MANIZALES

Tímido y jovial. Alcides Arenas, el pintor de San José (Caldas) recibió en su casa al equipo periodístico de LA PATRIA. Con la cordialidad que caracteriza al campesino lo primero fue ofrecernos café. Su hermana Deyanira llegó con las tazas humeantes de un tinto hecho en agua de panela, típico de las tierras cafeteras, que en esa mañana fría nos reconfortó, para empezar a conversar sobre su obra.

Arenas sonríe con facilidad, tiene la expresión serena de quien lleva una vida plena. No parece una persona de afanes, se toma el tiempo para narrar cómo ha sido su vida al servicio de la pintura.

Su modesta casa, construida en la finca heredada de su abuelo, está rodeada de corredores. Es la construcción tradicional en bahareque, madera y guadua del Paisaje Cultural Cafetero. Sus paredes están pintadas de azul y anaranjado, colores complementarios que equilibran el espacio en el que exhibe su obra.

En cada pared hay cuadros que contrastan entre ellos por la diversidad de temas. En su trabajo hay paisajes de municipios del occidente de Caldas, con los que está familiarizado, y otros ajenos a él, copias e interpretaciones de los que ha visto en láminas. También tiene ilustraciones populares, que gustan por su humor, y retrata perros que pueden ser mascotas. El color es la constante en su obra. Hasta se atreve a hacer paisajes en blanco y negro, con un buen resultado estético. Arenas, como un guía de galería, nos hace el recorrido por la casa mientras va contando la historia de cada cuadro.

Inicio

Alcides ha pintado durante toda su vida. Nunca ha estudiado arte, es autodidacta. Es un pintor ingenuo o naíf, que se caracteriza por la espontaneidad con la que pinta, los temas que desarrolla, el color que aplica y la perspectiva por intuición.

Desde muy joven dejó el campo para coger los pinceles y no volverlos a soltar. "Después de la escuela teníamos que ayudar a mi papá en la labores de la finca, cogíamos café o lo que él nos dijera que hiciéramos, y yo le pedía que me largara rápido para irme a pintar", dijo. Las primeras pinturas las hizo en sus cuadernos con acuarela. Después empezó a pintar en cartulina con óleo, y luego se pasó al lienzo con acrílico y vinilo.

A sus 67 años, que no aparenta, asegura que ha vivido del arte. Dice que no bebe ni fuma, que su único vicio es pintar. "Levanté una familia de tres hijos vendiendo mis cuadros". Trabajaba durante la semana y los fines de semana salía con sus obras para venderlas en Apía, Belén de Umbría, Guática, Quinchía, Belalcázar, Risaralda, Anserma, Viterbo, La Virginia, o a veces viajaba hasta algunos municipios en el Valle del Cauca. "Yo ponía en el suelo de las plazas un plástico, y ahí exhibía mis obras", recordó. "Ahora es más difícil, hay mucha competencia con los que venden afiches", agregó.

Taller

La casa tiene forma de L. En la esquina que forma la letra tiene su taller. Allí hay una mesa sencilla, en la que se ven organizados un recipiente con pinceles, tarros de pintura y materiales que consigue en Pereira, dijo. Él trabaja sobre la mesa o apoyado en un muro que separa el corredor del patio. "Mi papá me dijo un día que pintara los cuadros directamente en las paredes, y ahí estuvieron un tiempo".

"Me gusta ver los atardeceres desde aquí. Me inspira el sol que se oculta tras el cerro Tatamá, en la cordillera Occidental", afirmó.

Frente a la suya está la casa de su hermana. Rodeada de flores y un jardín cuidado por ella, y en sus paredes se ven cuadros pintados por Alcides. Estas edificaciones están rodeadas por cafetales y plataneras de su finca, tierra en la que han vivido toda su vida, pero que trabajan otros.

La disciplina y constancia de Alcides Arenas le ha permitido vivir en medio de la naturaleza, rodeado de cafetales y plataneras, pero dedicado al arte.

Pintura ingenua*

El concepto naíf alude no solo a cierto estilo artístico, sino que se formaliza en la falta de conocimientos técnicos y teóricos. Los artistas pintan lo que ellos desean sin atenerse a ninguna norma. Por lo que el naíf se da por la ingenuidad y desconocimiento de técnicas y normas y por la búsqueda de formas de expresión que evocan a la infancia.

* Con información tomada de Wikipedia