Carlos Asdrúbal López: a punta de chorizos la sacó del Estadio

Darío Augusto Cardona S

LA PATRIA | Manizales

Carlos Asdrúbal López, manizaleño de 47 años, vive con su compañera Paula Andrea Cortés Cardona desde hace 7 años y es un trabajador del sector cárnico desde hace más de 30 años.

En su carnicería en el barrio San José tiene dos productos estrella muy tradicionales en Caldas como lo son el chorizo y la lechona, ambos elaborados por esta pareja emprendedora.

El chorizo lo aprendió hacer cuando era más joven al lado de un señor. Comenta que hacían muchos y en cantidad por lo que se puso como meta que cuando tuviera un negocio propio tendría un producto especial y bueno como para sacarla del estadio.

Según él, en Manizales el chorizo que prepara gusta mucho. Incluso, la producción la hace el jueves y para el mediodía del sábado al mediodía ya no hay nada. Todo se va en encargos y por ello, vive agradecido con Dios y con su producto, porque por esas ventas ha educado a sus hijos y le regaló compró una casa a su mamá.

Asdrúbal trabaja en la carnicería de su propiedad ubicada en el barrio San José hace 25 años. También tiene un restaurante en el pabellón central de la Galería de Manizales.

Carcacterística

La característica de este chorizo es que es criollo. Contiene carne picada y de cerdo pequeño, pues "el cerdo grande no da el sabor que da el cerdo pequeño de 90 a 100 Kilos en pie. Este embutido tiene algo principal y es que está hecho con mucho amor, ánimo y alegría. Si tiene mucho aliño natural como trabajaban las abuelas deja en la boca muy buenas sensaciones", dice.

El colectivo Amasijos que se creó para rescatar la cocina regional lo invitó a participar en la primera muestra del chorizo caldense que se llevó a cabo en la Universidad de Autónoma de Manizales y lo convirtió en un embajador de este producto de la región.

Otro producto que maneja es la lechona que es asada en horno de leña. También la prepara por encargo.

El cerdo para hacer los chorizos es pequeño y pesa entre 90 y 100 kilos. 

El adobo de este producto son las ramas y las hierbas que usaban las abuelas además del amor y la alegría con que se fabrican.