El hilo de Helí: proceso de tapicería en máquina de coser

FREDDY ARANGO

LA PATRIA | MANIZALES

Helí Cortés, a sus 70 años, es de los últimos tapiceros de máquina Singer a pedal que vive aún en Manizales. Pone en marcha su oficio en el sector de Liborio. 

Lleva 59 años tapizando sillas, puertas, ventanas y pisos para yips, ademas de carpas de camionetas pequeñas. Sus clientes son transportadores de la Galería y municipios del norte de Caldas como Neira, Filadelfia, Salamina y hasta de Herveo (Tolima) lo visitan.

Cortés nació en Samaná (Caldas) y a sus cinco años lo trajeron a Manizales. Mientras enhebra el hilo en su máquina Singer recuerda: “Mi mamá se encargó de llevarme cuando tenía 11 años a donde don Hugo Hoyos, uno de los tapiceros más reconocidos de la ciudad,para que hiciera algo porque no quería estudiar. Luego trabajé con otro tapicero Henry Noreña y después con Edgar Mancera, hasta que me independicé.

De sus 5 hijos, 12 nietos y 5 bisnietos ninguno se ha inclinado por el arte de la tapicería, entretanto pedalea la máquina para darle forma a un tapete para carro.

El proceso consiste en medir, rayar, cortar, alinear y pulir hasta que quede ajustada la pieza, se cose y se ribetea hasta instalarlo en el carro.
 

Helí dice que trabaja de pura memoria y se le hace fácil cortar y coser por sus 59 años de experiencia.

En la tapicería se maneja cartón, madera, hule, espuma, taladros para hacer rotos y tornillería.

Una herramienta preferida en su taller es esta pinza que lleva con él 50 años, la utiliza para los acabados. Se le ha perdido durante años y la ha vuelto a recuperar.