Entre rayones y arte urbano

Luis Fernando Trejos

LA PATRIA | MANIZALES

Poner color a las paredes para ser apreciadas por los ciudadanos en sus recorridos habituales es la idea de los artistas urbanos, aunque algunos murales y grafitis pasan desapercibidos volviéndose parte del paisaje callajero.

Para un grafitero de la ciudad la diferencia entre estos dos estilos está enmarcada en que el mural está más cerca de la academia y piensa en el contexto donde se va a plasmar para ser agradable a la vista, y el grafiti tiene la esencia callejera, no se preocupa por el entorno y su público son los mismos grafiteros.

Este arte que se inició desde la ilegalidad ha ganado espacios para adornar establecimientos en forma de mural, incluso varios locales comerciales han optado por esta alternativa para evitar seguir siendo foco de rayones y vandalismo.

El grafiti sigue con su espacio en algunas paredes y casas abandonadas de la avenida Paralela. Allí se plasman firmas y dibujos de diferentes tamaños.

En el sector del colegio el Rosario, en la puerta de un garaje, se pueden leer las letras BWPS a forma de grafiti tipo throw up que para muchos de esta cultura es la firma de su autor o colectivo.

Una cuadra adelante del Hospital de Caldas se aprecia este mural realizado por el artista manizaleño SEPC (@sepc_ ), quien ha dejado marcada la ciudad al tener trabajos distintivos por su color, estilo y mensajes.

Entre las calles 56 y 57 se encuentra el mural del artista SEPC, también recordado por sus murales en negativo. El manizaleño ha llevado su arte a países como Francia, Polonia, Estados Unidos, México y Brasil.

La intervención de esta casa ubicada metros más adelante del colegio Ravasco fue obra del artista TONRA (@tonraton). Allí se aprecian rostros y animales en diferentes colores.