LA PATRIA | MANIZALES

“Estamos en Abejorral (Antioquia). Es muy duro esto de tener que buscar a la propia hija. Hace ocho días hablé con ella, pues vive en una vereda de Aguadas. A veces iba a visitarla, me la traía para la casa o para donde mi mamá. Me dijo: papi, ¡cuándo va a venir por mí? Le respondí que el domingo, pero vea lo que pasó”.

Esto se lo relató ayer a LA PATRIA el bombero aguadeño Jhon Faber, padre de María Ángel Molina Tangarife, la niña de cuatro años desaparecida en Aguadas desde el fin de semana, quien vive el drama de hacer parte del equipo de búsqueda de su hija.

La niña fue raptada por un sujeto, junto a su hermanita de 18 meses. Al tipo lo agarraron, lo llevaron a audiencia, pero no ha sido claro sobre el paradero de María Ángel. Se cree que la lanzó al río Arma, a su paso por el sector del Plan del Oro.

Jhon Faber la recuerda como una niña inteligente y cariñosa, que le gusta jugar a la cocina o a ser enfermera.

Trabajo

El coronel Guillermo Carreño, comandante Operativo de la Policía Caldas, manifestó que en el tercer día de búsqueda usaron a todos sus grupos de reacción, junto a bomberos, Ejército y otras instituciones.

“Focalizamos unos puntos. Desde el río Cauca hasta el Plan del Oro hay unos ochos kilómetros, en los que hemos revisado zona silvestre y el afluente, con apoyo de perros de rescate y drones para analizar los islotes. En la parte investigativa se adelantan visitas a familiares y análisis de comunicaciones por celulares”, contó el oficial.

Por su parte, Jhon Jairo Castaño, secretario de Gobierno del Departamento, manifestó que una tía de la menor indicó que unas prendas y zapatos encontradas a orillas del río Arma pertenecen a la niña, por lo que la búsqueda se redirigió a los afluentes, pero no quiere decir que se descarten otras hipótesis. “La queremos con vida”. Hasta el cierre de esta edición no había resultados.

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El caso

El proceso se inició por la denuncia interpuesta por Jenny Lorena Tangarife González, madre de dos menores de 18 meses y cuatro años.

Explicó que fue agredida en el rostro y el cuerpo por Juan Carlos Galvis Duque (foto), a quien conoció por Facebook y la citó en zona rural del corregimiento de Arma, vereda Naranjales, para supuestamente entregarle unos regalos para las dos hijas.

Cuando se encontró con el tipo este le vendó los ojos con el fin de darle supuestamente “la sorpresa”. Cuando lo hizo la atacó con arma blanca en el cuello y le propinó golpes con los pies y unas piedras, hasta dejarla mareada e inconsciente. Juan Carlos huyó con las dos niñas.

El domingo ubicaron al hombre en zona rural del corregimiento de Pantanillo, perteneciente a Abejorral (Antioquia), quien estaba con la de 18 meses. Lo capturaron, lo llevaron a audiencia por homicidio agravado en grado de tentativa, secuestro simple agravado, desaparición forzada agravada y hurto calificado. Solo aceptó los dos primeros. Lo mandaron para la cárcel de manera preventiva.

Se desconoce qué pretendía hacer con las dos menores, al igual que la suerte de María Ángel. Este medio conoció que el sujeto afirmó, por fuera de proceso, que arrojó a la niña al río Arma, luego la sacó, pero ya no tenía signos vitales, por lo que la dejó sobre una piedra, a orillas del afluente.

Recompensas

$15 millones de recompensa ofreció ayer la Alcaldía de Aguadas por información para dar con el paradero de la menor. Minutos después, la Gobernación indicó que serían $30 millones más.

De la mamá

En el hospital Santa Sofía operaron ayer a la mamá de las dos niñas. La institución indicó que presenta lesiones en la parte temporal, el pabellón auricular derecho y una fractura en el hueso mastoideo, así como otros de la parte interna del oído, por lo que fue necesaria la intervención de un cirujano maxilofacial. Permanece estable.

Casos similares

• 2014. A Paula Andrea Zapata Galvis, de 17 años, la mataron (asfixia) dentro de una residencia de Pácora. Una mujer le ofreció unos regalos para su hijo, Sergio Alejandro Montoya Zapata, de 2 meses de edad, quien fue raptado y luego rescatado en Chinchiná.
• 2018. 53 años y ocho meses de cárcel le dieron a Luz Mery Soto Castrillón por la muerte de Juanita Valencia, de 4 años, y el secuestro de una bebé de 20 días de nacida. Los hechos ocurrieron en Chinchiná. La sentenciaron por secuestro simple agravado, homicidio agravado y tentativa de homicidio, pues arrojó a Juanita y a la mamá de las menores al Lago Balsora. La mujer se ganó la confianza de la madre con promesas de regalos. El anhelo de la victimaria era conseguir una bebé, que ella no podía gestar porque ni siquiera tenía matriz, pero ya le había mentido a su compañero sentimental, encerrado en prisión, cuando le dijo que estaba esperando un hijo.