EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
Las autoridades de EE.UU. continúan la investigación sobre el peor atentado en suelo estadounidense desde el 11-S, en medio del rechazo mundial por la tragedia en la que perdieron la vida 49 personas que asistían a una noche latina en una discoteca gay en Orlando.
La masacre reúne dos elementos que no se excluyen: el homófobo, contra el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), y el ideológico, porque el atacante, Omar Seddique Mateen, juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico, dijo Raymundo Socorro, director de la Facultad de Derecho del Miami Dade College (MDC).
"Los dos conceptos tienen aplicación. Es un crimen de odio, porque el objetivo era la comunidad LGTB y un crimen ideológico de carácter yihadista", reiteró Socorro.
Para el académico, entrar en debates de discurso político con intercambio de acusaciones y reparto de culpas no conduce a nada productivo. "Lo importante es que se trata de un crimen contra todo el mundo en Estados Unidos, ya seas judío, cristiano, musulmán o tengas tendencias homosexuales, o lo que sea", destacó.
Resaltó la necesidad de reforzar los equipos de inteligencia y maximizar la colaboración ciudadana para abortar este tipo de actos "horribles" antes de que se produzcan. Para ello, dijo, es clave que "quien vea algo sospechoso lo diga" a las autoridades.
En la misma línea del académico del MDC, Eric Lob, profesor de Relaciones Internacionales y Políticas de la Universidad Internacional de Florida (FIU), señaló que el atentado fue una combinación de ambos factores, odio y ideología, "aunque todavía todo es muy reciente para entender completamente qué fue lo que pasó".
"Pero lo que sí está claro que el objetivo era un club gay y que el atacante tenía potenciales lazos con el Estado Islámico, lo que resultó en una "combinación" de "elementos ideológicos y crimen de odio contra los homosexuales.
Pero este acto no representa ni puede ser asociado a lo que hoy es el Islam. Es un asunto complejo", quiso aclarar Lob.
Frustración
El presidente, Barack Obama, llegó a declararse cada vez más "frustrado" con el Congreso estadounidense por la ausencia de medidas legislativas "de sentido común" para controlar la venta y posesión de armas de fuego.
Al iniciar ayer la jornada en Wall Street, sin embargo, los grandes fabricantes de armas de EE.UU. subían con fuerza: las acciones de Sturm Ruger & Company ganaban un 7,46%, mientras que las de Smith & Wesson crecían un 6,31%.
El presunto autor de los hechos, Omar Seddique Mateen, nacido hace 29 años en Nueva York de origen afgano y que murió por disparos de la Policía, juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en sus conversaciones telefónicas con los negociadores policiales durante las tres horas que permaneció dentro del club nocturno con 30 rehenes, según informó la Policía.
Por segunda vez, el EI reivindicó, a través de su emisora de radio Al Bayan, la matanza, que calificó de "incursión de seguridad" en una "concentración de cruzados", y señaló que Mateen era un "soldado del califato".
El FBI reconoció ayer que había investigado durante 10 meses, entre 2013 y 2014, al homicida, por su posible vinculación con grupos terroristas y analiza ahora dos viajes que Mateen realizó a Arabia Saudí.
Obama aseguró que no existen pruebas claras para afirmar que la matanza estuviera "dirigida" por extremistas ni que formara parte de un plan terrorista de mayor escala.
"Pensamos que es terrorismo e ignoramos el problema que tenemos con las armas", explicó.
En alusión a las declaraciones de Obama, la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, consideró que "si alguien está siendo investigado por el FBI, simplemente no debería poder comprar un arma".
Además de incrementar el control sobre el acceso a las armas, instó a aumentar el contacto de las autoridades con las comunidades musulmanas dentro del país, en vez de "estigmatizarlas o aislarlas" del resto de la sociedad.
Por el lado republicano, Donald Trump prometió que, si llega a la Casa Blanca, suspenderá la inmigración procedente de zonas con un historial probado de terrorismo, urgió a mejorar la inteligencia para detectar a los "enfermos de odio" y a aquellos que han nacido en el país y se han radicalizado.
Condena mundial
La condena a la tragedia no solo se dio desde la política estadounidense, varios líderes mundiales siguen rechazando el ataque, como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que garantizó la unidad de los aliados en defensa de unas sociedades "abiertas y libres".
El secretario general adjunto de la ONU, Jan Eliasson, se mostró esperanzado en que el atentado no estimule las divisiones en la sociedad, ni fomente la separación en función de origen, intereses, religión u orientación sexual.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, consideró que el ataque es "una tragedia no solo para la población americana, sino para todo el mundo, al igual que lo son en tantos países las masacres de personas asesinadas por su fe, por su orientación sexual o por sus creencias".
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, también se unió a las condolencias a través de Twitter: "Europa llora a las víctimas del horrible ataque armado en Orlando".
Asimismo lo hizo la Unión de Naciones Suramericanas, que publicó en esta misma red social: "#UNASUR condena la matanza en el Club nocturno de #Orlando y expresa sus sentidas condolencias a los familiares de las víctimas de semejante hecho de violencia".
Desde Alemania, la canciller Angela Merkel abogó por la firmeza. "Frente a estos horrores nos mantendremos firmes en nuestros valores y convicciones: no vamos a claudicar de nuestra libertad, nuestra compasión y caridad y tampoco de nuestra vida en común".
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, repudió la tragedia e indicó que "lo que debe dejar este lamentable hecho es la condena a todos las expresiones que solo dividen, que generan confrontación y que provocan violencia".
Mateen utilizó un arma corta y un rifle de asalto AR-15, compradas legalmente a principios de mes; el mismo rifle fue usado en las matanzas de San Bernardino (2015) y de la escuela Sandy Hook (2012), en la que murieron una veintena de niños y seis adultos.
De las 49 víctimas mortales, 12 son de Puerto Rico, 3 de México, una de República Dominicana y otra de Guatemala; 53 personas permanecen hospitalizadas, algunas en estado crítico.
Cada año en Estados Unidos las armas de fuego causan cerca de 30.000 muertes en accidentes, tiroteos, casos de violencia doméstica y suicidios, según datos oficiales.
Destacado
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que hasta el momento se tiene un reporte de dos colombianos heridos en el ataque perpetrado en Orlando. Se trata de un hombre que resultó herido y una mujer que ya fue operada y se encuentras estable, según la información suministrada por la Cancillería, que se encuentra monitoreando la situación.
El virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, anunció ayer que prohibirá cubrir sus actos de campaña a The Washington Post después de que el diario publicara un artículo sobre unos comentarios del magnate en los que sugería que el presidente Obama estuvo envuelto en el tiroteo de Orlando.
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