Revisan declaración para contentar a las potencias en desarrollo

EFE | LA PATRIA | MARRAKECH

La presidencia marroquí de la cumbre del clima de Marrakech ha revisado la declaración política que pretendía aprobar al final de la jornada de ayer para contentar a sus países aliados en África, el grupo de países árabes y grandes potencias en desarrollo como la India o China.

Así lo indicó una fuente del equipo negociador de esos bloques, que prefiere no identificarse y que mostró el nuevo documento, en el que se incluye una referencia a las responsabilidades diferenciadas de los países a la hora de combatir el cambio climático dependiendo de su grado de riqueza.

La citada declaración, que ha pasado de identificarse como Llamada a la acción climática de Marrakech a denominarse Proclamación de la Acción por el Clima y el Desarrollo Sostenible de Marrakech, ha despertado grandes suspicacias en la cumbre del clima desde que el pasado jueves la presidencia marroquí empezó a presentarlo a las partes.

El texto ha sido manejado por Marruecos con un secretismo inusual desde la fracasada cumbre del clima de Copenhague, en 2009, en la que se abolieron este tipo de prácticas, si bien en esta declaración solo tiene carácter político y no tendrá carácter vinculante ni se incorporará como documento legal a la convención de cambio climático de la ONU.

La declaración, que no está disponible públicamente, fue presentada a los negociadores el pasado viernes por la tarde, despertado el enfado de naciones desarrolladas y en desarrollo, que criticaron que el documento no hubiera sido fruto de la negociación.

Los países en desarrollo dijeron que estaba escrito a medida de los desarrollados y viceversa.

En resumen, el documento llama a que los países lleven a cabo acciones determinantes de lucha contra el cambio climático antes de que el Acuerdo de París entre en vigor en 2020, asistiendo a los países en desarrollo para que también puedan desarrollarlas.

Los países que suscriban el texto se comprometen a aunar esfuerzos para erradicar la pobreza, asegurar la seguridad alimentaria y aumentar la resiliencia del sector agricultura frente al calentamiento global.

Recuerdan compromisos

La cumbre también se convirtió ayer en un nuevo llamamiento al presidente electo estadounidense, Donald Trump, a respetar los compromisos climáticos del Acuerdo de París.

En su último discurso en una cumbre del clima, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aprovechó su intervención para reclamar a los países que vayan más allá y pongan fin a las ayudas a los combustibles fósiles e impulsen las energías renovables, con el fin de evitar que las emisiones de gas de efecto invernadero toquen techo antes del 2020.

Pero fueron sus palabras previas a su intervención en el plenario las que más atención despertaron, pues fue preguntado en rueda de prensa en repetidas ocasiones por las consecuencias de la elección de Trump, un conocido negacionista del cambio climático.

"Espero que Trump comprenda la seriedad y la urgencia del fenómeno del cambio climático (...) Confío en que va a escuchar y evaluar esto y tomar las decisiones más acertadas", indicó Ban, presionado por los periodistas.

El secretario general de la ONU aseguró que trató la semana pasada con el presidente electo estadounidense varios asuntos relacionados con la paz, la seguridad y también con el cambio climático y se mostró optimista en cuanto al futuro de las negociaciones sobre el Acuerdo de París.

Más contundente se mostró el presidente francés, François Hollande, al recordar a Trump lo que su país "debe" hacer.

"Estados Unidos, primera potencia económica en el mundo y segundo emisor de gases de efecto invernadero, debe respetar los compromisos que fueron aprobados", subrayó Hollande, que arrancó sonoros aplausos de los asistentes.

Hollande subrayó que mantendrá un diálogo con el presidente electo de Estados Unidos en un marco de "apertura y respeto, pero también con la exigencia, la determinación y en nombre de un centenar de países que ratificaron el Acuerdo de París".

Destacado

Mohamed VI de Marruecos incidió en que no actuar contra el cambio climático tendría graves repercusiones para la seguridad y la estabilidad, ampliando los focos de tensión y de crisis a través del mundo.