ALBERTO PEÑA
EFE | LA PATRIA | SANTIAGO DE CHILE
El número de fallecidos en las protestas en Chile se elevó ayer a 22 según las cifras oficiales del Gobierno y el camino a la nueva Constitución que pide la ciudadanía se allana en el Parlamento en un intento de los legisladores por llegar a un acuerdo que destrabe la crisis social.
El balance de fallecidos se había estancado desde las primeras semanas del estallido social en contra de la desigualdad de un modelo económico poco equitativo, pero nuevos sucesos ocurridos esta semana terminaron con la suma de dos nuevos nombres a la lista de decesos tras 28 días de protestas.
Mientras las calles siguen en ebullición con miles de personas reclamando un modelo más equilibrado, la política avanzó en el trabajo de concreción de un mecanismo que pueda encauzar el principal reclamo ciudadano: una nueva Carta Magna.
El ámbito económico ha comenzado a resentirse debido a la continuidad de las protestas y el valor del peso chileno se ha desplomado a mínimos históricos con respecto al dólar: superó la barrera de los 800 pesos por unidad de la moneda estadounidense.
Además, ayer se conmemoró el primer aniversario del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca por un disparo en la cabeza de miembros de las Fuerzas Especiales de Carabineros en el sur del país, un hecho que redobló el sentimiento de las manifestaciones de la jornada.
Las movilizaciones, tanto sociales como mapuches, fueron mayoritariamente pacíficas y la imagen del rostro de Catrillanca y la bandera del pueblo mapuche se fundieron con las proclamas habituales de los ciudadanos por mejores derechos básicos.
La más reciente víctima
El incremento en el número de fallecidos en el marco de las protestas en Chile se debió al hallazgo de un cadáver calcinado en el interior de un supermercado saqueado e incendiado en la víspera en la norteña ciudad de Arica.
Además de las víctimas fatales, los heridos ya suman 2 mil 209, según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Más de la mitad de las lesiones se producen a causa de los disparos de agentes del Estado, siendo los más graves los 209 casos de traumas oculares por los impactos de balines de goma, perdigones o bombas lacrimógenas percutidos hacia el rostro de los manifestantes.
Una nueva Constitución
La políticos esperan acabar con la actual Constitución heredada de la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y crear una nueva que registre las demandas de la calle. Y ese camino comenzaron a andarlo ayer legisladores oficialistas y opositores en el Parlamento en una maratoniana jornada de trabajo por un acuerdo para encauzar el método para poner en marcha las consultas que lleven a una nueva Carta Magna.
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