MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
La violencia en Manizales ha venido creciendo de forma significativa en homicidios, abuso sexual, contra las mujeres, en la familia, entre las personas; señala el primer informe del Observatorio de Violencia y Paz, que presentaron en el Cisco del barrio Bosques del Norte.
Se trata de un monitoreo de las formas de violencia, reunidas en dos núcleos: la intolerancia social y la violencia criminal.
Óscar Fernando Martínez Herrera, coordinador del Observatorio, explica que Manizales ha invisibilizado estas formas. El análisis corresponde a datos de los años 2016-2017 y lo corrido del 2018 hasta mayo, encontrando que la sociedad manizaleña termina resolviendo los conflictos a través de estos tipos de violencia. "Hallamos muchos niveles de agresión por peleas cotidianas, por peleas vecinales y barriales que terminan en agresiones físicas".
Hechos críticos
Establecieron por ejemplo en una noche de sábado, de febrero de este año, 16 casos de heridos reportados por arma blanca, que además no era festivo. "Por eso decimos que la intolerancia social ha crecido, pero por otra parte también han empezado a generarse otras formas de violencia criminal, que se conjugan y hacen más preocupante la situación", señala el coordinador.
Otro ejemplo es la masacre de cuatro personas en la vereda La Garrucha, el 5 de abril de este año, asesinadas con un tiro de gracia, en silencio en medio de la comunidad. "Esto da cuenta de una operación de organizaciones criminales mucho más estructuradas, no pandillas, sino grupos armados organizados que ya tienen presencia en Manizales".
También han encontrado en algunos barrios actores criminales nuevos, pugnas entre grupos armados organizados que elevan la tasa de homicidio. Según el Observatorio, se pasó de 36 homicidios entre enero y julio del 2017, a 41 este año en el mismo periodo; también les preocupa el aumento de la muerte de habitantes de calle: se registraron 5 en el 2017 y van 6 hasta mitad de este año, o sea el doble y faltan cinco meses del año.
Indicadores
Martínez Herrera explica que ha sido complicado hacer una cartografía, un desarrollo territorial que identifique las comunas más vulnerables a estos hechos, porque la que presenta mayores indicadores es la Ciudadela del Norte, pero porque es la más poblada de la ciudad. Determinaron que el año pasado hubo un aumento de homicidios en el barrio El Carmen, de la Comuna La Macarena.
Sin embargo, el coordinador dice que se podría interpretar que de todo el Eje Cafetero, Manizales es la ciudad capital menos violenta, tiene una tasa de homicidio de 19% por cada 100 mil habitantes, la de Pereira es de 30% y Armenia de 39%.
Pero al mirar el indicador internacional, la Organización Mundial de la Salud señala que la tasa para detectar una epidemia en términos de homicidios es que sea de más de 10% por cada 100 mil habitantes, y la capital de Caldas está casi en el doble. La media nacional está en 23%.
"El indicador lo que muestra es que no estamos tan mal como otras ciudades, otros contextos, pero no es un indicador positivo en relación a lo que sí está pasando en la ciudad. Pasamos de tener una tasa del 20% en el 2016 a 19% en el 2017, rebajamos un punto, que porcentualmente no es mayor cosa", sostiene Martínez Herrera.
Propuesta
Para llegar a estas conclusiones, lo que hizo el Observatorio fue triangular la información suministrada por instituciones y entidades públicas y privadas, organizaciones sociales y comunitarias y actores académicos y grupos de investigación.
En septiembre presentarán un informe en la línea de paz, saber qué es lo que está haciendo la ciudad en este tema, y en octubre lanzarán el Plan de Reconciliación para Manizales, que es una construcción colectiva de una política pública para resolver los conflictos que se están viviendo.
"Es una propuesta de sentarnos todas las instituciones públicas, privadas, empresarios, comunidades, academia a pensar qué es lo que está pasando en términos de violencia en Manizales y qué vamos a hacer", concluye el coordiandor del Observatorio.
El Observatorio de Violencia y Paz es una propuesta interinstitucional de la Universidad Católica de Manizales desde el Núcleo de Estudios en Memoria y Paz. Participan Alcaldía de Manizales, Universidad Católica Luis Amigó, Cinde, Universidad de Manizales, Cedat de la Universidad de Caldas, Red de Investigadores, Policía Nacional e Instituto de Medicina Legal, comunidades, Carnaval por la Vida y la Paz.
Tienen dos líneas de trabajo, paz y violencia. Se reúnen cada 20 días para tener un sistema de información a través de la recopilación de datos y analizar estos fenómenos.
Si alguien quiere vincularse al Observatorio puede ir a la casa de Posgrados de la U. Católica, frente al Multicentro Estrella, o escribir a los correos electrónicos omartinez@ucm.edu.co observatorioviolenciaypaz@gmail.com
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