Luis Prieto Ocampo, un legado para recordar

A las 9:20 de la noche murió Luis Prieto Ocampo a sus 94 años, en la Clínica del Country de Bogotá, víctima de un tumor en el estómago. Este manizaleño era consultado por políticos y empresarios de Caldas para que les despejara dudas en materia de desarrollo para el departamento.

Así lo relató a LA PATRIA el exministro de Transporte, Germán Cardona, quien fue alcalde de Manizales en dos periodos. "Recuerdo el apoyo que nos dio para sacar adelante proyectos tan importantes como el estadio Palogrande y la construcción de vías. Fue de los seres humanos más honestos y respetables que he conocido", señaló.

Prieto Ocampo tuvo 10 hijos, 22 nietos y 20 bisnietos. Se casó en dos oportunidades, pero su primera esposa, Beatriz Uribe, y su hijo Luis Guillermo murieron en un accidente aéreo entre Medellín y Manizales a mediados de los años 70. Su segunda esposa fue la manizaleña, Luz Marina Botero, quien lo describió como "un hombre recto y de principios. Un hombre muy cariñoso, del que aprendí algo todos los días, al igual que sus hijos".

Sufrió con las investigaciones que cursan trámite contra su hijo Roberto Prieto, por el caso Odebrecht.

Experimentado

Lo mucho que sabía lo sustentaba su experiencia. En lo empresarial, fue gerente de Tejidos Única, gerente del Instituto de Fomento Industrial (IFI), presidente de la Andi, gestor de la Corporación Financiera de Caldas, gerente de los bancos Cafetero y del Estado. Representó a Colombia en la Junta Directiva del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En lo político, ocupó la Alcaldía de Bogotá, designado por el expresidente Alfonso López Michelsen, su amigo personal; gerente de las campañas a la presidencia de Luis Carlos Galán Sarmiento y de César Gaviria Trujillo, y embajador de Colombia en el Reino Unido.

De principios

Prieto Ocampo estudió Ingeniería Química en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Dio clases de Economía en la Universidad de Caldas, donde conoció al exdirigente conservador Ómar Yepes en 1958. "Era un hombre serio, cordial en el diálogo, exigente como docente. Era un conocedor de los temas económicos del país", afirmó Yepes.

Sus exequias se realizaron en Bogotá, en la iglesia Inmaculada Concepción y su cuerpo fue cremado en Jardines de Paz. 

Mayo 14.