LA PATRIA | Manizales
Barcelona, otra de esas ciudades que no duerme, ahora está hibernando como la mayoría del planeta. La capital de la región de Cataluña es la segunda más afectada en España (primera es Madrid). El país europeo supera la cifra de 7 mil fallecidos.
La manizaleña Camila Rendón Díaz es testigo de la situación que se padece en la Ciudad Condal. Comunicadora social y periodista de la U. de Manizales, Camila se encuentra realizando un máster en Cine desde octubre.
De pasar de ir a clases, a sus prácticas y disfrutar las noches con sus amigos, ahora se adapta, al igual que los colombianos, al confinamiento.
Explica que al inicio el cubrimiento de la enfermedad no fue el más completo. “Se decía que era una simple gripa o afectaba a los más ancianos”, expresa Rendón, quien agrega que la situación prendió las alarmas al aumentar las muertes en Italia, país que está a dos horas.
“En dos semanas aumentaron los casos y ahora todo es un caos, con los hospitales colapsados. Al inicio no se tomó muy enserio”, acepta la manizaleña, quien añade que el chip de la cuarentena también fue difícil, pues la gente se seguía viendo en las calles los primeros días.
Ahora los españoles son conscientes de quedarse en casa y se preparan para que les amplíen su confinamiento, como dice Camila, que cree que esta situación aún durará un par de meses más.
“Me preocupe mucho por Colombia. Sabemos que el sistema de salud es precario, pero fue buena la decisión de irse a cuarentena”.
Recomendaciones
El encierro lo calificó como agobiante en los primeros días, pero después de una semana estableció la misma rutina que como si estuviera en normalidad. Levantarse temprano, bañarse y en su caso adelantar su tesis. Otro consejo es apoyarse en la tecnología para no perder la comunicación con los seres queridos. “Hay que entender que no son unas vacaciones. Se deben respetar los horarios, vestirse como si se fuera a salir”, aconseja también hacer ejercicio en casa y aprovechar para leer o pintar.
Recomienda mirar como espejo a España y adoptar las medidas de higiene que implementaron las personas allí: dejar los zapatos en la entrada, bañarse en caso de haber salido a mercar, evitar salir a cosas innecesarios como comprar cosas que no se necesitan, desinfectar la casa y lavarse las manos.
“Es un buen momento para estar unidos. Esta es una crisis que se cura con tolerancia, empatía y solidaridad”.
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