COLPRENSA | LA PATRIA | NARIÑO
Los samanieganos se despertaron ayer consternados por la muerte del periodista Libardo Montenegro, de 40 años, quien conducía en la emisora Samaniego Estéreo el programa matinal El Despertador, en el que mantenía actualizados sobre el acontecer local y nacional a los habitantes del municipio del occidente de Nariño.
Sicarios que se desplazaban en motocicleta abordaron al reportero, locutor y camarógrafo cuando se dirigía a pie a su vivienda y le dispararon. El homicidio ocurrió el martes a las 9:30 de la noche en una calle del barrio Sucre, donde paradójicamente a las 4:30 de la tarde del mismo día fue ultimado de disparos el mecánico Víctor Carrera, de 24 años.
Montenegro se desempeñaba desde hace 20 años como periodista y promocionaba en los espacio radiales y televisivos de la localidad una actividad en pro de los Derechos Humanos y el respeto a la vida que busca la atención de las autoridades, ante la grave situación de violencia que vive Samaniego.
Esta jornada se realizará mañana en la Plaza de Nariño en Pasto y es organizada por la colonia samaniegana en esta ciudad.
Su último programa
Jairo Melo, periodista de la localidad, expresó que el martes en horas de la tarde grabó, junto a Libardo, una edición del programa comunitario Agenda Social, que se emite en un canal de la región. “No lo puedo creer, me llamaron a las 9:30 de la noche y me dieron la noticia del asesinato de mi compañero, pasaron solo unos minutos luego que nos despedimos, es muy triste esta situación”, comentó Melo, quien agregó que Montenegro no había comentado de amenazas de muerte.
“La pregunta que nos hacemos todos es de dónde vienen las balas para los samanieganos. El hecho ocurrió a tres cuadras de la estación de Policía del municipio, no conocemos en qué circunstancias, el martes hablamos de la vida y los Derechos Humanos en una entrevista”, explicó Leobar Ibarra, docente y periodista de la población.
El 20 de mayo fue asesinada la personera de ese municipio, Paula Andrea Rosero, sin que hasta el momento se haya establecido quiénes son los autores materiales e intelectuales del crimen.
“Hace un año mataron a la maestra Adriana Ruano y las autoridades aseguraron que en 15 días habría resultados, ha pasado un año y estamos esperando. Hace 15 días asesinaron a la personera del municipio y nos dijeron que luego de las exhaustivas investigaciones lograrían importantísimos resultados. Ofrecen 30 millones de pesos de recompensa y ni siquiera hay información cierta. Esa es la realidad de Samaniego, esa es la realidad de nuestro país. Estamos solos a la merced de los bandidos en este municipio”, expresó, indignado, el periodista Ibarra.
Patricia Llombart, embajadora de la Unión Europea
Condenamos el asesinato del periodista comunitario Libardo Montenegro, de la emisora Samaniego Estéreo, parte del proyecto Radios para la Paz. Esperamos que con su voz no se apague el esfuerzo de una comunidad que lucha por construir paz y convivencia.
Fernando Carrillo, procurador general de la Nación
Es un ataque a la libertad de prensa. El país no puede seguir impávido ante la muerte violenta de más colombianos.
Según cifras de Cartografías de la Información, Samaniego hace parte de los 578 municipios con déficit de oferta de información local o zonas silenciadas. En el municipio solo hay cinco medios de comunicación: dos son de fuerza pública, una radio comercial, un canal de televisión comunitario y una emisora comunitaria que es Samaniego Estéreo 104.1 FM. Se tiene registro de un solo informativo: el de la emisora comunitaria en la que trabajaba Libardo Montenegro.
La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) conoció un audio en el que el coronel Jhon Peña, subcomandante de la Policía de Nariño, expresó que Libardo Montenegro se desempeñaba como locutor, en actividades de perifoneo en el municipio. Como se indicó anteriormente, la Flip documentó que Montenegro era un periodista reconocido en el municipio con una larga trayectoria en medios de comunicación incluyendo la conducción de un programa informativo.
La calificación de la Policía no solo es precaria sino contradictoria con la labor que Montenegro desarrollaba en el municipio. Si bien la relación del asesinato con el oficio está en proceso de documentación, no hay un solo insumo para que la Policía desconozca su condición de periodista. Cuando las autoridades desconocen el rol de periodista se puede afectar las cifras oficiales de registro y monitoreo del fenómeno de violencia contra la prensa. Los impactos de esta reacción -imprudente- se agudizan en municipios como Samaniego donde la prensa regional es escasa y vulnerable.
La Flip rechaza el asesinato del periodista y hace un llamado a las autoridades para que se investiguen los hechos y se sancione a los responsables.
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