Vía del tercer mundo
Señor director:
En algún país del tercer mundo están ampliando una vía troncal muy importante, tanto que puede ser una de las más estratégicas de ese país, para el comercio, el turismo, el transporte de la gente, la producción, la agricultura.
El tramo en cuestión no debe tener más de cuarenta kilómetros, llevan trabajando varios años, digamos unos cinco nada más, y es muy probable que dado el estado de las obras discontinuas tome otros cinco. Los años pasan y eso no importa, ¿verdad? Ese tramo, también hay que mencionarlo, actualmente solo sirve para un solo sentido, no se puede circular en ambos sentidos al mismo tiempo.
Durante los años mencionados se ha venido aplicando una medida llamada “pare y siga”, es decir, pare un tiempo indeterminado y siga cuando seamos capaces de suspender la fila que viene frente a usted. Actualmente el pare puede tardar, digamos, unas dos horitas o sea, más o menos el cincuenta por ciento de lo que debería durar el viaje entre las dos ciudades principales.
Usualmente no hay autoridad de ningún tipo en esta carretera. El constructor hace lo que le viene en gana, los conductores civilizados (quién sabe donde fueron civilizados) hacen doble fila cada que tienen la oportunidad, contribuyendo de esa manera a mejorar los trancones, los motociclistas, ni se diga.
Al comienzo de los trabajos, durante los primeros años del pare y siga, los motociclistas esperaban su turno y arrancaban cuando el operario cambiaba la señal. Hoy no, hoy se encuentra usted, ya sea con la luz del día o la sorpresa de la noche decenas de motociclistas frente a usted. Ellos no han entendido que llevan el chasis en los huesos.
¿Dónde están las autoridades? ¿Dónde la policía de carreteras? ¿Dónde los funcionarios del estado responsables de este contrato?
La señalización es digna de ser presentada en una película de terror: hay casos de flechas em ambos sentidos, iluminadas o reflectivas, un sentido apuntando a la vía que usted debe tomar y la otra a la montaña! Y todas ubicadas exactamente donde comienza el cierre, no antes, para qué!
En mi entender, cuando los contratistas desarrollan trabajos intermitentes deben dejar con un mínimo de transitabilidad el tramo que va a ser ocupado por los vehículos. Eso no sucede acá. Haga de cuenta que están abriendo una trocha y que por amabilidad, bajo su riesgo, le permiten cruzar. Y si lo que acaba de leer le parece poco para sentirse sorprendido, en esta supuesta vía le cobran peaje, siempre, ¡día y noche!
Por muchas otras razones y por esta, a ese país lo deberían llamar “África en América” – con el respeto por los africanos.
Y esa vía está entre La Felisa y La Pintada.
Carlos Ariel Naranjo
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