¡Locura deportiva!
Señor director:
El momento histórico por el que cruza el deporte colombiano, tanto individual como colectivamente, nos llena de orgullo y se extiende como panacea esperanzadora, asimilada como remedio contra los males físicos o morales, la violencia, la corrupción rampante, los asesinatos de los niños, los feminicidios, la inseguridad urbana y rural, los asesinatos de los líderes sociales e indígenas, las emboscadas a policías y soldados y a la sociedad civil. La minería ilegal manejada por narcotraficantes de diferentes estilos o calañas, la deforestación, los abusos sexuales, la pornografía, la peligrosa ideología de género.
Es necesario concebir que el deporte, tan ligado y cercano a la educación y la formación integral de cada persona que lo practica, es la gran esperanza de nuestra Nación para paliar el viacrucis social que vivimos. La descomposición moral.
Nuestros deportistas tienen que ser tratados como personas excepcionales, porque en él, también están los limitados físicos, quienes nos demuestran su coraje y consagración. Para ellos no hay límites. Son un ejemplo universal. Cada deportista de cada región son íconos de paz.
Las personas, o empresas productivas que apoyan el deporte, hacen parte de este cuadro de honor que nos enaltece. Y nos permiten en gran medida, mostrar la otra cara de Colombia. La Colombia de la convivencia, a pesar del dolor. La Colombia solidaria. La Colombia que siembra el bien. La Colombia que sabe amar y perdonar. Cada organización que invierte en el deporte, gana en convivencia, triunfa en los mercados y obtiene grandes utilidades y prestigio orbital.
Los colegas de los medios de comunicación bajo la égida de la Asociación colombiana de redactores deportivos-ACORD- y otras organizaciones, tienen como principio elegir el Deportista del año en las distintas modalidades. Multiplican a través de los distintos canales la vida, el recorrido y las conquistas de los atletas.
Visualizan los prospectos infantiles, juveniles y profesionales de las distintas categorías deportivas y los dan a conocer al mundo entero. Gracias por su labor.
La locura deportiva de la presente nota, está en la siguiente propuesta: que el Gobierno o el Estado como tal, por intermedio de Coldeportes, y ahora el ministerio del Deporte, y el Congreso de la República, ordene mediante decreto la conformación del Gran mosaico deportivo de Colombia.
La iniciativa me ha nacido, porque aquí en mi país se publican a todo color los carteles de los delincuentes más buscados y peligrosos, con recompensas millonarias para quienes orienten o informen a las autoridades sobre su ubicación y andanzas ilegales de los forajidos. Multiplican sus prontuarios y no nos da pena.
Entonces vayámonos por los prontuarios del bien, del decoro, de las buenas personas. De los ejemplos de vida. De los ídolos dignos de mostrar. De quienes por derecho propio, deben ser conocidos por el mundo entero, porque cada deportista de Colombia es un signo de paz y dignidad humana. Orgullo Patrio.
Gonzalo Quiñones V.
Bellísimo musical infantil
Señor director:
Espectacular la obra infantil "Maléfica, el musical" que presentó la Compañía Contradanza de Medellín el pasado domingo en el teatro Los Fundadores invitada por la Corporación Cultural Arte&Ciudad de Manizales. Faltaba en nuestra ciudad espacios de esta categoría para nuestros infantes y adolescentes. Fue muy emocionante ver la alegría de nuestros niños viendo en escena los personajes de “Maléfica” con un bellísimo vestuario, música, vistosos juegos de luces, danzas y canciones, y al final nuestros niños interactuando con los personajes que gustosos y sonrientes posaban con los pequeños dejando fotos para el recuerdo. Felicitaciones a los organizadores, a la Alcaldía de Manizales, al Teatro Los Fundadores y demás patrocinadores de este fantástico espectáculo que gozaron los niños, jóvenes y adultos por igual.
Juan Carlos Caicedo
Con peaje, pero abandonada
Señor director:
En estado de total abandono se encuentra la vía que conduce de Villa Pilar a la Quiebra de Vélez, pues el asfalto se halla diseminado por una gran cantidad de baches que los conductores deben eludir con el fin de no golpear y dañar sus vehículos, poniéndose de este modo en riesgo de ocasionar un accidente, pues para hacerlo muchas veces cambian de carril o transitan por el centro de la vía. No se entiende cómo el peaje situado en la Quiebra de Vélez no generó los mínimos recursos que se requieren para el mantenimiento eficaz y permanente de la vía.
Carlos Mario Ramírez Z.
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