En la última edición de la Revista Dinero (edición 571 del 9 de agosto de 2019) se publicó el ranking de innovación empresarial en el país para 2019, ejercicio que realizan en conjunto con la Andi, y que, por tercera vez, reúne a diversas empresas a través de un cuestionario de 39 preguntas para compararse en materia de condiciones, capacidades y resultados de innovación. En este ranking, resultaron 322 empresas, las cuales se midieron en cultura de innovación, estrategia de innovación, implementación de sistemas de innovación, presupuestos asignados a actividades de ciencia, tecnología e innovación-ACTI, generación de emprendimientos corporativos, resultados de innovación, entre otros aspectos.
Más allá de conocer las empresas más innovadoras del país y los resultados, que son muy interesantes, la misma publicación afirma que este año aumentó la participación de empresas de Santander y Valle del Cauca, pero Bogotá-Cundinamarca y Medellín siguen concentrando buena parte del análisis. Esto claramente no es sorprendente, ya que en estas regiones se encuentran las grandes empresas y con mayor relevancia en el termómetro económico nacional. Sin embargo, es de aclarar que este ejercicio no es privado, cualquier empresa del país se puede inscribir, lo que trae beneficios: (i) conocer el estado de innovación comparado con otras empresas; (ii) presentación de buenas prácticas en el contexto nacional; y (iii) reconocimiento y generación de marca como empresa innovadora.
Este año, la convocatoria estuvo abierta hasta el 12 de abril y la encuesta estuvo activa durante 2 meses. Hasta el momento no han publicado el listado completo de las empresas participantes, frente a lo cual el interrogante es: ¿Cuántas empresas caldenses participaron en esta medición? No cabe duda de que alguna proporción de los gerentes de las 100 grandes empresas del departamento reciben la publicación de Revista Dinero o están afiliados a la Andi, y sería muy interesante medirnos frentes a grandes ligas y conocer si la innovación empresarial es una realidad o se está quedando en un simple discurso sin mayor impacto en el territorio.
Cuando pienso en las grandes empresas de Caldas, estoy convencido de que sobran capacidades, esfuerzos, productos, recursos y prácticas para mostrarnos como un tejido empresarial sólido y diferente, y que podríamos estar jugando algunos puestos interesantes en esta medición. Lo odioso de los rankings es no aparecer en ellos, lo satisfactorio es empezar a sonar. Claramente está involucrada la voluntad y decisión de las empresas en participar, aspecto respetable, pero sentiría mucho gusto y orgullo de ver empresas de la región en este tipo de ejercicios, lo cual, serviría de mensaje contundente de que hacer innovación es real, posible y tiene beneficios. Sería pasar del discurso y la teoría a la realidad. En últimas quien no se mide, no existe.