Estábamos hablando del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia del arquitecto Gaudí, en Barcelona. Algunos han dicho que Gaudí era ateo, afirmación que riñe totalmente con la realidad. Dos pruebas para demostrarlo: el día que lo atropelló el tranvía iba a una iglesia a rezar y a hablar con su confesor, y su causa de beatificación ya está introducida en Roma.

Sigamos en Barcelona y vámonos para las montañas en las cuales se encuentra el monasterio de Monserrat. En un marco de montañas de impresionante belleza se levanta el conjunto que tiene dos secciones: la basílica y el monacato por un lado y el área destinada a atender a los visitantes y peregrinos por el otro. La leyenda cuenta que en el año 880 unos niños encontraron la estatua de la Virgen en una cueva. Enterado el obispo quiso llevarla para colocarla en un sitio de honor, pero no pudieron levantar la imagen porque se puso extremadamente pesada. Esta circunstancia de la pesadez de la imagen se repite con frecuencia en otros lugares del mundo con imágenes precisamente de la Virgen. La estatua es morena, de allí le viene el nombre de La Moreneta. Imágenes negras de la Virgen María hay en muchos lugares del mundo, no solo en África. En Colombia tenemos una Virgen morena en la población de Güicán (Boyacá). El monasterio de Cataluña se llama de Santa María de Monserrat, palabra esta que significa “monte aserrado”, por las agujas rocosas que lo forman y dan la idea de las agujas de una sierra. En Bogotá tenemos el cerro de Monserrate, con “e” al final.

El monasterio se encuentra a 770 msnm y se sube a él por teleférico. Tiene un coro de niños (escolanía) famoso en toda Europa. El templo mariano forma parte de la llamada Ruta Mariana que está formada por los siguientes santuarios: Lourdes, Monserrat, El Pilar de Zaragoza, Meritxell y Torreciudad. El monasterio no solamente es un lugar de culto, para Cataluña representa un centro clave en la cultura y la “nacionalidad” catalanas. Entre sus muchas instalaciones posee un museo con valiosísimas pinturas de Antonio Tapies, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Joan Miró, Renoir, Sisley, Degas, Monet, El Greco Pedro Berruguete, Tiépolo y Caravaggio, entre otros. ¡Vaya riqueza pictórica!

Y puesto que hablamos de Monserrat (sic) en Cataluña y del cerro Monserrate, tutelar de los bogotanos, trasladémonos al otro lado de la Península, al país vasco, donde hay un santuario famoso a la Virgen de Aránzazu (con tilde en la segunda “a”). Nuestro Aranzazu caldense lleva el acento en la tercera “a”. Los ancestros por el lado de mi padre son vascos y por el lado de mi madre netamente criollos, y por ello cada año cuando viajo a España no puedo omitir mi visita a Bilbao, gran capital de los vascos y a toda la provincia, en la que hay bellísimos puertos pesqueros en el Cantábrico y altivas montañas. En Bilbao soy huésped de Juanjo Sansebastián, ícono del alpinismo vasco y de su esposa Violeta. Juanjo es un himalayista famoso y su historia que incluye dos noches a la intemperie a más de 8.000 metros de altura en el K2, la segunda cumbre en altura del mundo, forma parte de la gran historia del alpinismo mundial y de la supervivencia en ambientes imposibles. Como consecuencia de ello Juanjo perdió por gangrena y consiguiente amputación varios dedos de las manos, circunstancia que no le ha impedido seguir escalando y haciendo una vida normal.