La actividad del gobernador de un departamento se centra en apoyar y gestionar las iniciativas y propuestas de los alcaldes ante el gobierno nacional. Igualmente, es el responsable del manejo de la educación de los municipios que no están certificados; de la salud pública del tercer nivel, que es donde el paciente requiere mayor atención y del mantenimiento de las vías de comunicación más importantes de los municipios. Por estas actividades los departamentos reciben unas transferencias muy importantes del Gobierno nacional. 
Caldas tiene una gran fortaleza en sus recursos en comparación con otros departamentos de similar tamaño e importancia y es su industria licorera. Actualmente son pocas las licoreras que les generan recursos a sus departamentos. 
Cada día la oferta de licores extranjeros es más agresiva, el consumo del vino ha venido en alza y la cerveza sigue siendo el licor más consumido en el país. Una reciente decisión del Gobierno nacional permitió que el trámite para ofrecer licores entre departamentos sea sencillo, y los requisitos son solo protocolarios. Esta decisión benefició enormemente a nuestra licorera, que prácticamente puede ofrecer sus productos en todo el país. 
Hace pocos años se decía que la Licorera de Caldas no tenía futuro y llegó hasta presentar pérdidas en su ejercicio financiero anual. Hoy en día con la administración del doctor Luis Roberto Rivas, quien lleva casi tres años y medio al frente la destilería, la situación económica de la empresa es totalmente diferente. 
En el 2015 se vendían 20,4 millones de botellas de licor y para el 2019 se esperan vender 28 millones. La utilidad neta en el 2015 era de $2,7 mil millones y para el 2019 se esperan $50,4 mil millones, y lo más importante, del ejercicio del 2018 se le transfirieron al departamento $30,2 mil millones. Cifra que hacía mucho tiempo no se veía en las arcas de la Gobernación. 
Toda esta recuperación de la empresa se ha dado en un momento coyuntural muy complejo. El Gobierno nacional le dio la potestad al DANE para certificar la base del impuesto de los licores. El método aplicado para esta certificación golpeó muy duro a determinados licores nacionales, porque los igualó prácticamente en precio con algunos extranjeros. Ante el reclamo de los gobernadores se espera que en los próximos días el Gobierno expida una nueva reglamentación que corrija esa base. 
El gobernador Guido Echeverri ha entendido la importancia que tiene para el departamento tener una buena administración en la Licorera, que incluye no solo tener un gerente con capacidades y experiencia, sino también que se tenga una buena junta de directiva. Por eso fue aprobado por la Asamblea Departamental un Protocolo de buen gobierno administrativo, en el que se establecen, entre otras, los conocimientos y la experiencia que deben tener tanto el gerente como los miembros de la junta directiva. Con esto se pretende, y ojalá se cumpla, evitar que la empresa vuelva a caer en las dificultades económicas que se tuvieron hace pocos años. 
Finalmente, hay que resaltar la decisión de abrir los mercados con Antioquia y así lograr un intercambio de licores con ellos. Esta decisión fue muy controvertida en su momento, porque se tenía el temor que los productos de la Fábrica de Licores de Antioquia nos iban a arrasar. Estos temores fueron infundados. Mientras que Caldas está vendiendo 2,5 millones de botellas al año en Antioquia, la licorera de ese departamento escasamente logra vender unas 250 mil unidades anuales en nuestro departamento.