La diferencia entre el querer y el poder está en tu mentalidad, todos en la vida hemos querido modificar algo, desde bajar de peso, obtener un mejor empleo o cambiar los hábitos, pero solo el diez por ciento de las personas logran sus metas de transformación personal y esto es bastante curioso, porque nos lleva a cuestionar ¿qué hacen esos seres “extraordinarios” que el resto de los simples mortales no saben? Y la respuesta es bastante interesante: es la determinación, y la doctora Angela Duckworth la ha estado investigando por varios años.
Los estudios tanto de la doctora Duckworth como de Carol Dweck, en Harvard, han acercado a las personas del común herramientas que permiten transformar la mentalidad y avanzar en el logro de sus objetivos. Cuando reconocemos qué tipo de mentalidad tenemos, fija o de crecimiento, estamos definiendo el terreno sobre el cual cosecharemos nuestros logros, al decir que se tiene mentalidad fija estamos hablando de aquellas personas que piensa que son de una manera preestablecida y no hay formas de cambiar, cuando se tiene confianza en que es posible crecer y desarrollar nuevas habilidades se observa una mentalidad de crecimiento la cual incrementa las posibilidades de alcanzar las metas.
La determinación es más importante que la inteligencia, cuando se persevera hasta alcanzar una meta, no siempre se debe a la capacidad superior para lograr algo, sino en la confianza en que es posible hacerlo. Combinar una mentalidad de crecimiento con la determinación es una fórmula muy poderosa, porque te hace imparable, y si quieres conocer los micropasos para lograrlo, sigue leyendo:
-Aplica el principio Kaizen a tus objetivos. Comienza con el componente absolutamente más pequeño que se relacione con el objetivo más grande a largo plazo. Como dijo Walt Disney: “Seguimos avanzando, abriendo nuevas puertas y haciendo cosas nuevas, porque somos curiosos y la curiosidad nos lleva por nuevos caminos”.
- Comprométete a tomar decisiones y pasar a la acción cuando te encuentres en una situación difícil. No hay lugar para acciones superficiales, revisa el impacto que tendrá la decisión que tomes hoy a largo plazo.
- Prepárate para el logro con un autodiálogo que te permita ver las posibilidades, aplicar tus talentos y avanzar sin detenerte.
- Se intencional al momento de aprender algo, revisa en qué te beneficia, cómo puede mejorar tu vida con este nuevo conocimiento o habilidad y tenlo presente al momento de actuar. La práctica deliberada significa aprender sobre la marcha, obteniendo retroalimentación de tu experiencia y de los demás.
- Clarifica el propósito de lo que estás haciendo: cuál es el fin último de llevar a cabo esta acción, en qué forma te convierte en una persona mejor, a quién le estás aportando con lo que haces. La pregunta es para qué haces lo que estás haciendo.
- Equivócate rápido y barato: como nos han enseñado los amigos innovadores, el problema no es equivocarte, es no sacar lecciones y evolucionar lo aprendido.
- Tiempo de evolución, cuánto tiempo estás dispuesto a invertir para convertirte en quien quieres llegar a ser, entre más practiques más pronto vas a lograr avanzar.