Hoy, día mundial del medio ambiente, somos llamados a pensar en nuestra casa común, esta bella tierra que Dios "vio que era buena" pero que parece herida porque plantas, animales, minerales y el mismo ser humano estamos frente a un panorama incierto por grandes cambios que se evidencian con el avanzar de los días.
Veranos altísimos y fríos intensos, especies animales que desaparecen, cosechas que se pierden por variación del clima, minerales que se agotan, verdor del planeta que cede ante la avalancha del cemento.
Lo anterior ha traído preguntas y propuestas para evitar la destrucción de nuestro bello planeta y de la raza humana; una de las más recientes propuestas llena de profundidad es la carta escrita por el papa Francisco titulada "laudato si" (alabado seas Señor) como eco del himno a las creaturas escrito en mística sublime por el enamorado de Dios y sus creaturas Francisco de Asís.
Dice el papa que estamos llamados a "una conversión ecológica global" debido a nuestro comportamiento irresponsable que cada día destruye la casa dada para habitar felices. Cada uno puede y debe aportar actitudes que nos acerquen a una sólida solución que aleje el daño ambiental, la enorme producción de basura, el descuido en el manejo de los bienes naturales.
Hay que pensar que el daño ecológico, el deterioro del medio ambiente llega a la afectación del ser humano, a su desaparición apresurada por el mal cuidado de la naturaleza; la disminución de cosechas, la desaparición de especies, el aumento o secamiento de las aguas, la contaminación atmosférica, pueden precipitar la muerte del planeta y por consecuencia la desaparición de la raza humana de la tierra.
Terminando su carta el papa hace unas preguntas precisas (Nro. 160) "¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? ¿Para qué pasamos por este mundo, para qué nos necesita esta tierra?". Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad.
Aportemos soluciones... aún es tiempo de mantener bella nuestra casa común.