Escribir de ciencia ficción parece fácil, pero no lo es. Se trata de inventarse mundos, pero todos tenemos en nuestro cerebro guardadas las imágenes que ya nos han creado arquetipos de lo que deberían ser esos mundos. Por eso, buena parte de quienes incursionan en este género acuden al lugar común o a esos sitios preconcebidos, tan repetidos, que ya no nos parecen nada ficticios.
El valor que tiene el libro Diez planetas, del mexicano Yury Herrera, es justamente el ser capaz de inventarse nuevos universos y cuidar los detalles de la lengua para crear al tiempo posibilidades de nominación de las cosas y presentarnos esos lugares como consolidados en nuestro entendimiento. Es un logro y en la invención de palabras halla la oportunidad para darle vivacidad al relato mismo.
En 21 textos cortos Herrera nos adentra a historias que nos van mostrando su mundo imaginado, esos lugares en donde se dan historias disímiles, a donde llegan terrícolas de cuatro patas que no entienden bien el lenguaje del lugar en el que se encuentran aunque parecen adaptarse; en donde algunas personas entienden la historia a partir de las narices, otros que lo perdieron todo buscando la libertad y obituaristas que requieren estar en la casa del muerto para narrar su vida, y no los logran engañar.
Estos relatos no solo nos descubren historias sorprendentes por lo difíciles de imaginar, están bien escritas, sino que va soltando entre uno y otro, críticas a la sociedad en la que nos desenvolvemos, sin decirlo, y al tiempo lo hace con un fino humor a veces cáustico, por lo que es inevitable sonreír mientras se avanza en el paso de las páginas. No deja uno de atar cabos o de buscar semejanzas con situaciones de nuestro nada ficticio lugar. Burocracias, malentendidos, falta de empatía con los otros, abusadores del poder aparecen en cualquier planeta.
Para los amigos de la ciencia ficción esta es una oportunidad para descubrir un autor que conoce bien los entresijos de este género; aprovecho para recordar que en Colombia tenemos otro autor que lo hace muy bien en ciencia ficción, Luis Noriega, que también vale la pena ser leído. Lean y #HablemosDeLibros.
En frases
-Sintió curiosidad por ese hombre que no le había dejado casi nada para trabajar; aquello era un listado, no una vida.
-Las narices son un mapa, pero no uno que se parece al territorio que describe.
-Cuando eres un ser infecto el mundo deja de ser infecto.
-Todo mundo sabe que el Creador no es una boca, sino el ojo de un dragón.
-La verdad es que algunos hemos vivido cómodamente en sumisión.
-A partir de entonces los habitantes de este planeta copulan de todas las formas y con todos los participantes necesarios para expresarse con precisión.
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