La ausencia de una política editorial en la Secretaría de Cultura de Caldas y en casi todos los municipios del departamento provoca que los esfuerzos de narradores, poetas, historiadores y otros escritores tengan dificultades para publicar obras de calidad.

Muchos lo hacen a partir de su propio esfuerzo, unos más logran la bendición de algún padrino público, pero que no repara en la importancia de acompañar a los autores para lograr obras de excelencia.

Al lado de los autopublicados y de los patrocinados están algunos autores caldenses que han logrado trascender y ser publicados por editoriales que sí acompañan su trabajo.

Esta lista de hoy seguro quedarán por fuera a muchos, pues es difícil seguirles la pista a todos los autores, pero es solo una manera de recordar que hay escritores en Caldas y que la mejor manera de saber si su trabajo es bueno o no es leyéndolos y comentándolo para que así puedan continuar adelante y mejorar para las próximas ediciones. #HablemosDeLibros de autores caldenses y #LeaLocal

Crónicas de cuarentena

Autor: Samuel Astor Bahos

Manizales y su música entre 1849 y 1930

Autora: Mónica Alejandra Gonzales Ramírez

Sueños y lágrimas – poesía del conflicto

Autor: Édison Peralta González

La magia del teatro

Autor: Alexánder García

La paradoja de Anubis

Autor: Leonardo Pineda Sánchez

Sabiduría e inteligencia – Reflexiones

Autora: María Ruby Aristizábal Gómez

Nací periodista

Autor: Miguel Ángel Vega Cardona

Huellas imborrables del talento caldense

Autor: Germán Ríos Martínez

"Publicaciones cuidadas", esto destaca en su presentación de esta colección, el secretario de Cultura de Caldas, Lyndon Alberto Chavarriaga. Se nota que no la leyó, porque si lo hubiera hecho se daría cuenta de que puede decirse cualquier cosa de estas publicaciones, menos que fueron cuidadas. Abundan los errores gramaticales, ni hablar de los ortográficos, la sospecha de plagio en varios textos está presente y eso demerita no solo la tarea de la entidad, sino que es de alguna manera menospreciar a los escritores que con esfuerzo quieren dar a conocer su obra.

La Secretaría además de pagarles derechos de autor, cosa que no hace, debería poner a cargo de la obra a un editor que sirva de curador, que mejore los trabajos, que acompañe a los autores y que permita darle una identidad si lo que se pretende es mostrar una colección caldense.

Dicho esto, y quitándoles los errores, debo decir que como ficción La paradoja de Anubis es una historia que resulta sorprendente, que la poesía de Sueños y lágrimas tiene calidad en buena parte de sus versos, que Manizales y su música aportará a la historicidad de la región y que las Crónicas de cuarentena son un interesante diario de la cotidianidad de una época que fue novedosa para casi todos.