El Renacimiento es una época que se nos antoja de progreso en diferentes materias y ha sido remarcado este concepto especialmente en el arte; los grandes pintores y escultores dejaron plasmado para siempre en sus obras que el medioevo quedaba atrás y la luz había llegado para quedarse, pero como sucede con tantos otros aspectos de la historia de la humanidad el asunto es mucho menos paradisíaco a como se suele contar.

Una mirada detallada a este momento, sobre todo en Europa, se traduce en el libro La belleza y el terror, de Catherine Fletcher, profesora de Historia en Manchester Metropolitan University. Nos dice desde la portada que se trata de una historia alternativa del renacimiento italiano.

Se detiene en la Europa de los siglos XV y XVI, y da cuenta de cómo fueron años de terror, de duros enfrentamientos entre las castas monárquicas, de guerras, en algunos casos fratricidas, entre ciudades estado y entre reinos Francia, Inglaterra, España, Italia, Austria y el imperio otomano fueron parte de esas batallas. Las componendas hacían de las suyas y en esos intentos de dominación o de salvar el pellejo, el aliado de hoy era el enemigo de mañana y viceversa, un asunto además mediado por la mano de El Vaticano.

Conociendo mejor los detalles de cómo se cambiaban apoyos como veletas se entiende aun más El Príncipe, la obra más difundida de Maquiavelo, que fue uno de esos embajadores que se contrataban para tratar de sumar respaldos a una causa o de buscar por todos los medios evitar una invasión, por ejemplo. Según Fletcher, lo escribió para recuperar el favor perdido dentro de la estructura de mando.

De hecho, es el mismo tiempo en que personajes como el monje Savonarola en Florencia, Martín Lutero en Alemania criticaron de manera dura lo que sucedía en el centro de poder del papado, y las críticas a lo que allí pasaba tuvieron mucho que ver con las reformas y con el concilio de Trento. No era para menos, papas metidos en la guerra, otros tratando de dejar a sus hijos como herederos, venta de lugares en el cardenalato incluso para príncipes adolescentes, ni hablar de la corrupción en el manejo de los bienes.

Fue una época además de renacer para la ingeniería militar. El desarrollo de armas más mortales que las anteriores, el desarrollo de mecanismos que permitían hacer que lo que antes era un pesado armamento de artillería se convirtiera casi de manejo individual y a estos mal llamados desarrollos contribuyeron personajes tan admirados como Leonardo Da Vinci, el primero en hacer un mapa panóptico de una ciudad, que tenía fines de invasión al lugar.  

Las láminas que adornan el libro son perfectas para entender mejor lo que la historiadora nos viene contando y nos dan cuenta de las innovaciones que se lograron en el arte y cómo este estaba más conectado con la política y la guerra que lo que se cuenta regularmente.

Sé que suena a catilinaria, pero en serio que las editoriales deben buscar otra manera de colgar las referencias bibliográficas, eso de dedicar un centenar de páginas a ello es realmente poco eficiente y sí lo hace más costos para el comprador de libros.

Italia sigue siendo una economía sólida en el mundo y en buena parte lo es gracias a su pasado, a ese pasado que se ha sabido contar y que millones de personas buscan revivir en viaje de turista. Cuando parecía que podía declinar el interés, revivió con los viajeros de Oriente que gastan sin problemas e inundan las calles con sus flashes de móviles para llevarse el recuerdo de un milagro llamado Roma. Un milagro construido sobre muchas batallas, de antes y después.

Subrayados

* Esas conexiones con el comercio internacional fueron esenciales para el desarrollo de las artes y los oficios durante el Renacimiento italiano.

* Resulta irónico que el sistema político que tenía una base electoral mayor, percibido históricamente en general como más progresista a largo plazo, fue también más cerrado para las mujeres.

* La variedad de la obra de Leonardo sigue siendo asombrosa, cuando no estremecedora.

* Las historias del Renacimiento italiano tuvieron mucha influencia en la Norteamérica del siglo XIX.

* Italia siempre ha desempeñado un papel muy curioso en el mundo"su importancia ha sido definida por la cultura y las ideas más que por la riqueza y el territorio.