Quede sorprendido con un artículo del diario “El Tiempo” (20/07/20) en el que su autora viene a justificar un artículo anterior en el que pedía que a Uribe no se le llevara a prisión. Ahora resulta que cualquiera defensa de Uribe debe justificarse o, peor, que sea una especie de peste hablar bien de él. Uribe cometió un error muy grande: perseguir con toda su energía, las guerrillas que se estaban tomando el país y arrinconarlas. Ese pecado no se lo perdona la extrema izquierda, y allí a donde vaya y esté donde esté, le perseguirán. Ahora, cuando se le acusa de un delito, debe investigarse y juzgarse como a cualquier ciudadano, pero también con todos los derechos que confieran la Constitución y la Ley. El ruido de que nadie es intocable no se aplica a Uribe, por el contrario, es el arma preferida de sus enemigos, ya está por allí un senador montando una nueva denuncia. Resulta por demás paradójico que quienes no aceptaron la justicia ordinaria, a la que estamos sujetos todos, y exigieron una Justicia Especial que les garantizara la impunidad, resulten tan legalistas cuando exigen el respeto por la ley que ellos nunca tuvieron.
Gozo de la condición de ser plenamente autónomo para decir lo que pienso. De acuerdo con Kant cuando afirma que “nadie debe renunciar a sus ideas”. No nacemos con un destino definido, con nuestras elecciones determinamos actuar de una u otra manera. Por muchos años fui juez, juzgué a otros y definí derechos ajenos con apego a la ley. Alguna vez me equivoqué y me revocaron. En otra me revocaron y debí ordenar su cumplimiento aun cuando pensara lo contrario. Gajes del oficio. Por eso es que importa que los jueces sean de carrera, porque cuando llegan a las Altas Cortes, saben que su nombramiento no es porque sea depositario de la verdad, esa virtud no la tiene ningún humano. Solo el respeto por el pensamiento ajeno y su condición ya sabida de que puede equivocarse hacen el juez justo.
Sobre la presunción de inocencia reposa todo el derecho penal. No se trata de una presunción ordinaria que exige la prueba de la premisa mayor. La presunción de inocencia no requiere prueba, tiene que ser invalidada con una prueba en contrario (No como decía una profesora española del partido podemos que, debe tener al menos la posibilidad de ser demostrada en juicio). Para que un juez pueda detener preventivamente debe apoyarse en alguna de las tres causales señaladas en el Art 308 del C. de P. Penal. La necesidad debe ser debe ser evidente, manifiesta o probada y, lo que puede deducirse del extenso expediente es que Uribe ha venido colaborando con la investigación. Los hechos por el contrario demuestran que el procesado no obstruye el proceso y que el mismo está demorado por el incumplimiento de términos pues la indagatoria se cumplió hace más de nueve meses, esto es tiempo suficiente para cerrar la instrucción y entregar el asunto a la autoridad judicial que debe resolver. Con la renuncia de Uribe, a la Fiscalía.
Cuando después de tres años de ausencia, a finales del año 2000 regresé al país, encontré una sociedad temerosa aislada en los pueblos y ciudades porque el campo y las carreteras se los habían tomado las guerrillas. Para visitar a mi madre en Supía, me aconsejaron adquirir un vehículo discreto pues los golpes de los alzados en armas eran un peligro cierto y permanente. Me enteré también que, un joven político, como disidente liberal, proponía enfrentarlas con mano firme y corazón sincero. Lo conocía de oídas porque curiosamente siendo Cónsul ad honorem de Colombia en Pamplona, entendí que debía buscar ayudas. El gobierno foral de Navarra goza del privilegio de manejar sus propios presupuestos con una línea de ayuda internacional interesante. Allí acudí, me señalaron el trámite, pero de una vez me advirtieron que tenían poca disponibilidad porque un año antes habían tenido la visita del gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez quien, enterado del procedimiento había copado el presupuesto con requerimientos de ayudas para el Urabá antioqueño. Soy de ideas conservadoras y voté por él por su programa y le seguí apoyando porque pacificó a Colombia. Necesitamos su presencia, porque la paz aún nos es esquiva. Aún tenemos Farc, disidentes, reconvertidos, narcotráfico, Eln y minería ilegal.
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