Fecode ha emprendido una campaña mediática, personal y ominosa contra quienes tenemos el valor de denunciar los desafueros de muchos de sus miembros, sus prebendas, sus iniquidades, sus contradicciones y sus aberraciones. No han escatimado recursos físicos ni económicos para tratar de oponerse a nuestra libertad de crítica, opinión y pensamiento. Y bueno… esa es la democracia, y por defenderla estamos dispuestos y expuestos a toda clase de tratos. Pero eso no implica que tengan la razón ni que negar la realidad los exima de ella. Veamos:
Niegan que colectivamente hayan apoyado al nefasto candidato Petro y que sus orientaciones hayan estado dirigidas a ayudar en su campaña para la presidencia de la República. ¿Acaso la presencia de niños de escuelas y colegios arengando a favor de su candidato y formando una cadena humana infantil que protegía de la fuerza pública a vándalos que destruían las ciudades, fue espontánea, voluntaria y nacida de los idearios políticos de infantes escolares? ¿Nada tuvieron que ver los docentes en la presencia masiva de niños exponiendo su vida para defender el ideario comunista? ¿Desconocen la existencia de múltiples videos en las redes sociales donde los docentes despotrican de las instituciones, de los dirigentes elegidos democráticamente y del país que los alberga, ocupa y sostiene?
Niegan que su apoyo a Petro y sus ideas comunistas sean una realidad cuando fue el invitado de honor a la última junta nacional de Fecode en donde tuvo gran protagonismo su discurso incendiario, adoctrinante y perverso. ¡Qué tal!
Niegan que se rehúsen a una evaluación estricta que permita filtrar la calidad de los docentes en cuyas manos está el futuro del país, cuando en el punto 2.6 del pliego de peticiones de Fecode ante el Ministerio de Educación Nacional, exigen la “Derogatoria de los nuevos protocolos para la evaluación de desempeño del magisterio”. ¿Serán invenciones y mentiras mías?
Niegan que haya docentes que reciben doble pensión del Estado y otros que, pensionados, siguen devengando salarios como docentes, cercenándoles la oportunidad a nuevas generaciones que hacen colas interminables para ocupar su lugar. ¿Es mentira acaso? Dicen luchar por la justicia social, cuando son protagonistas de la mayor injusticia, al no solo seguir ocupando el puesto por el que reciben su pensión, sino en dejar de aportar al sistema que cada vez se ve más debilitado. Y dicen, además, que luchan por lograr que el Gobierno le asigne a la educación el presupuesto adecuado: ¿alcanzará algún presupuesto cuando sus beneficiarios abusan de esta manera? ¡Y ese es el ejemplo que reciben sus educandos!
Dicen luchar por el “Respeto a la profesión docente”. Y sería válido si sus desafueros no fueran tan evidentes y si sus actuaciones politiqueras no atentaran contra la estabilidad de toda la nación. ¡El respeto se gana, no se exige! Y no es propiamente con acciones antidemocráticas ni defendiendo dictaduras como la de Maduro en Venezuela como se van a ganar el respeto de la sociedad. ¿Cómo es que exigen que Colombia no se entrometa en el país vecino, cuando ellos apoyan abiertamente un régimen dictatorial, inhumano, perverso y comprobadamente inviable? ¿Esa es la filosofía con la que nuestros hijos y nietos se están formando?
Respondo a la réplica de algunos miembros de Fecode porque fue hecha en términos respetuosos, decorosos y conservando los cánones de las buenas maneras. Son réplicas concienzudas y cuyo origen se ve en el convencimiento fiel de sus autores. Pero eso no significa que sus argumentos se ajusten a la realidad. Las situaciones expuestas demuestran que el gremio docente está enceguecido en sus propios intereses y pierde de vista su responsabilidad en la formación de colombianos de bien, que deben recibir una educación que les forme su carácter, su criterio y su pensamiento alejado de ideologías preconcebidas. La lucha por la libertad debe ser inculcada desde la infancia y para ello se debe formar al individuo sin tendencias ni malicias; debe ser él quien elija, de acuerdo con su conciencia, la línea más adecuada. ¡El maestro está para formar, no para adoctrinar!
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015