A pesar de lo atribulados que nos encontramos los manizaleños y lo adoloridos que amanecemos cada día con una Manizales que retrocede a pasos agigantados y que se sume en la indolencia y la corrupción administrativa,  es gratificante resaltar noticias positivas que, querámoslo o no, nos llevan a establecer unas muy íntimas e inevitables comparaciones, y a concluir que definitivamente lo público necesita de verdaderos gerentes y de personas que asuman sus obligaciones con conocimiento, responsabilidad, carácter y nobleza.
Y es que en el último mes hemos recibido gratificantes noticias relacionadas con la administración departamental, lo que nos recompone el espíritu y nos genera un halo de esperanza en lo nuestro:
Luis Carlos Velásquez, gobernador de Caldas, fue condecorado con la medalla al mérito Patricio Samper Gnecco, por el ministerio de vivienda, como “líder en el país en políticas de vivienda y por su contribución a la consolidación de las políticas públicas en materia de vivienda, desarrollo territorial y urbano, agua potable y saneamiento básico.”. Con esto, el Gobierno Nacional hace un reconocimiento a los resultados concretos en proyectos de vivienda en el departamento de Caldas, distinción que ha sabido llevar con humildad el mencionado gobernador. Demuestra que no hay necesidad de ninguna alharaca para que se den los éxitos y que, por el contrario, el trabajo efectivo obtiene por sí solo sus recompensas y reconocimientos.
La Industria Licorera de Caldas obtuvo el Premio Empresa Colombiana del Año 2021, otorgado por Latin America Quality Institute (LAQI), “por demostrar un rendimiento excepcional en todas las áreas de gestión y por su destacada actividad empresarial en los últimos años”. Este es otro de los logros de Luis Roberto Rivas Montoya, quien ubicó a la ILC en los primeros lugares del sector en Colombia, y reposicionó a la industria que dirige como ese baluarte del que todos los caldenses nos hemos sentido orgullosos durante casi un siglo. Por eso también fue catalogado por la misma firma como el empresario del año 2021. Pero hay algo más significativo: cuando se le hace público reconocimiento al gerente, lo que responde con absoluta sinceridad es: “lo recibo en nombre de los colaboradores de la ILC con quienes hemos conformado un gran equipo de trabajo”. Esta es la actitud de los grandes hombres. ¡Felicitaciones, Luis Roberto!
Aerocafé se convirtió en una realidad. Ya se socializó con la comunidad de Palestina el inicio de las obras, y se están llevando a cabo los trabajos logísticos necesarios para empezar de manera organizada y metódica los movimientos físicos. Es algo esperado por miles de caldenses que vemos en este reinicio una luz para que, a mediano plazo, se estructure el proyecto final de 3600 metros de pista. Solo despegando los trabajos y efectivizando las obras podremos empezar a trabajar en las siguientes etapas del aeropuerto pues, si permanece en una gaveta burocrática, se pierden las ilusiones y el dinero ya aportado por el Gobierno Nacional. Se hará el aeropuerto, por encima de los enemigos solapados que lo acechan y que se duelen al ver truncados sus intereses personales.
Y, para terminar, es interesante comentar un proyecto de iniciativa privada que el gobernador Luis Carlos Velásquez piensa seriamente acompañar en una APP: la Bioruta que integrará la movilidad, sostenibilidad y planeación estratégica del territorio caldense, en 140 kilómetros de vía en dos calzadas que comunicarían La Dorada, Victoria, Samaná, Marquetalia, Pensilvania, Manzanares, Marulanda, Manizales y Neira, complementado con una línea férrea totalmente ecológica. Integraría Aerocafé, Banco de contenedores de Chinchiná y el Puerto Multimodal de La Dorada. Supremamente interesante, y es lo que necesitamos: pensar en grande y con la debida planeación y tiempo. ¡Sin improvisaciones!
Y aunque sé que los detractores de siempre tratarán de poner obstáculos a este último proyecto, y se desatarán en mi contra por hacer estos reconocimientos, creo que debemos tener ojos también para lo positivo. Caldas está en el camino adecuado y, así como estamos prestos para denunciar la corrupción, los atropellos y los malos gobiernos, tenemos la obligación de acompañar las buenas administraciones. ¡Pa´delante Gobernador!