Quienes recuerdan su primera lectura voluntaria lo hacen con especial afecto. Ese primer encuentro con la literatura se debió a las enseñanzas presenciales de los padres, los regalos conmemorativos, los reconocimientos escolares y las motivaciones de las tradicionales y periódicas historietas hacia aventuras más extensas e intensas.
Así llegaron, Julio Verne, Emilio Salgari, Edmundo de Amiscis, Mark Twain, Louisa May Alcott y muchos otros. Tanto ha sido el impacto, que los textos han sido releídos una y muchas veces en la edad adulta, a pesar del tiempo y las vivencias personales vuelven las narraciones recibidas con ansia renovada produciendo efectos cada vez más agradables.
Al cumplirse 250 años del nacimiento y 160 años del fallecimiento del prusiano, Alemania, Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander Freiherr von Humboldt, se ha recordado a este insigne naturalista, de quien la inmensa mayoría de los colombianos ignoran sus proezas evidenciadas a través de su vida; sus viajes; sus colaboradores y por supuesto sus obras sabias, todas monumentales, al alcance de sus discípulos coetáneos y posteriores, demostrando la gran influencia de ellas, lo que ha trascendido hasta la actualidad.
El maestro Carlos Enrique Ruiz Restrepo, ha compilado en Aleph, 190, una interesante serie de trabajos escritos por ilustrados y reconocidos autores, comenzando por el suyo: Humboldt-Goethe. Naturaleza y poesía. La revista es una fuente de insondable de perspectivas sobre Alexander von Humboldt, su época y sus relaciones.
La profesora hindú Andrea Wulf escribió La Invención de la Naturaleza, 2015. Un libro revelador, según lo expresado por una médica con inmensas virtudes humanísticas. Un texto con copiosas y afortunadas referencias bibliográficas que demuestran la profundidad de la consulta realizada por la autora.
Cada párrafo es una demostración de sencillez, empleando una narrativa cautivadora, que hace del libro un documento fascinante que incita a una lectura rápida que luego da vía a la reflexión para seguir maravillándose con Alexander von Humboldt.
Cada renglón es una enseñanza en la medida que relaciona la vida del naturalista por excelencia con el medio en que trabajaba o los sucesos en la lejanía.
La palabra científico, tan utilizada actualmente hasta con desvergüenza, fue introducida en 1834, hace solo 185 años, la autora relaciona el hecho para enfatizar como Alexander von Humboldt tenía su campo de acción en medio de exteriores naturales y los investigadores se reducían a recintos cerrados, los laboratorios.
Si hay un ejemplo de un amante de la naturaleza autodidacta estricto ese fue von Humboldt, que para vivir y sufragar sus expediciones tuvo que trabajar en la corte de Federico Guillermo III.
Diversas fueron las áreas de interés de von Humboldt, con facultades física y mental envidiables, dueño de un sentido de la observación colosal, transferido a sus libros que influenciaron el desarrollo de otras disciplinas nacientes que terminaron en tesis que han sido fundamentales como lo escrito en: El origen de las especies, por Charles Darwin, a quien conoció, admirándose mutuamente.
La descripción de sus viajes entre ellos a América: Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, México y Estados Unidos, son fantásticos con una base científica en el marco de una novela.
Con la influencia de von Humboldt, el expresidente James Madison de Estados Unidos, confeccionó su teoría ecológica, la cual es la esencia del movimiento ecologista de ese país. A ello, hay que añadir el nombre de Ernst Haeckel quien escribió Generelle Morphologie, que dio lugar a la palabra Oecologie, ecología, con base en todas las descripciones del Divino Alemán.
Sierra Club, la independiente organización estadounidense más importante en temas naturalistas se debe a John Muir, otro de sus seguidores.
La autora trata con elegancia y discreción la sexualidad de Alexander von Humboldt, quien era un férreo enemigo de la esclavitud.
Los conocidos de Alexander von Humboldt, desempeñaron papeles importantes: Louis Guy Lussac, Simón Bolívar, Thomas Jefferson, Johann Wolfang von Goethe Francisco José de Caldas y José Celestino Mutis.
El libro debe ser leído y releído por todos los naturalistas, posee una bibliografía completa y está ilustrado con bellas estampas algunas dibujadas por von Humboldt y otras preciosas por Ernst Haeckel.
Nota 1: En el anterior artículo la escritura correcta era parafraseando.
Nota 2: Manizales, inigualablemente universitaria.
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