Desde la época del Antiguo Testamento la categoría “viuda, huérfano y forastero”, tiene una connotación muy seria: la supervivencia. Por ello, los mandatos bíblicos colocan a las viudas, los huérfanos y los forasteros en una calidad de protección especial, en ellos debemos focalizar nuestras ayudas y solidaridad, sencillamente porque la vida está en peligro. En efecto, en la antigüedad cualquiera que se encontrara en esas condiciones era susceptible de perder la vida.
Pues bien, la presencia de venezolanos en Colombia es un grito de supervivencia que ellos lanzan y que debe hacer eco en nuestra conciencia moral. La crisis humanitaria es muy seria, bien lo señaló el secretario de la OEA, Luis Almagro, esta semana en el marco de la 49 Asamblea General del organismo realizada en Medellín: “(Maduro es) un dictador y usurpador con todas las de la ley, con letras mayúsculas y responsable de crímenes de lesa humanidad, tortura de presos políticos asesinatos de manifestantes, ejecuciones extrajudiciales y de la más importante crisis humanitaria que se ha visto en el continente en mucho tiempo”. Los venezolanos han tenido que salir de su país, se han visto forzados por las circunstancias. Los países latinoamericanos los debemos acoger con solidaridad, y, a su vez, el apoyo de la comunidad internacional debe apalancar a los países receptores para que le puedan hacer frente a esta crisis humanitaria.
Una de las principales condiciones para que los inmigrantes puedan integrarse realmente en el país receptor, es su posibilidad de trabajar, poniendo a funcionar su ingenio, su creatividad y sus competencias. Pero para que ello sea efectivo se requiere que tengan en regla su presencia en el nuevo país. Si no es así, se presta para la informalidad y la explotación. Algunos empresarios y personas aprovechan la situación de “los sin papeles” para lucrarse, en una encuesta realizada por ANIF el año pasado entre pymes, aparecía que les pagaban por debajo de lo que normalmente pagan a un colombiano. En pocas palabras, por debajo del mínimo y muchos sin seguridad social. Para asegurar una buena integración de los venezolanos el gobierno debe regularizar, a modo de amnistía, a todos los venezolanos que están en el país. En reciente foro se decía que solo como un 50% de ellos tenían su situación normalizada, con visa o con permiso especial de permanencia.
A su vez, tener a todos los venezolanos con papeles le permite al Gobierno saber a ciencia cierta el tamaño de las necesidades que debemos satisfacer. Con esa información cierta, podremos convocar mejor la ayuda internacional y planear las estrategias de acompañamiento de los migrantes. Es la mejor manera de integrarlos de verdad. Por ejemplo, en el foro citado, el representante del SENA comentaba que solo les podían impartir cursos a los que tenían regularizada su presencia en el país. Debemos pues comenzar por ponerle orden y reconocimiento a la situación dándoles papeles a todos.
Los venezolanos son personas que merecen toda la atención y cuidado que podamos brindarles.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015