Mario César Otálvaro
@macotal
4 puntos de 15 -que pueden ser 3 si prospera la demanda del Pereira- es el pobre balance del Once Caldas durante las últimas 5 fechas de liga, en las que no volvió a conocer la victoria.
Derrota frente a Equidad, y empates contra Alianza, Pereira, Cúcuta y Chicó -todos del puesto 10 para atrás- simbolizan mediocridad, ausencia de liderazgo, y falta de jerarquía.
Es insólito que no haya respuestas teniendo la sartén por el mango, y que ese triste panorama lo ponga ahora contra las cuerdas acrecentando las posibilidades de un nuevo fracaso.
Rara vez el fútbol plantea escenarios tan favorables para un técnico como sucede con Bodhert en Manizales, donde nadie le exige, no rinde, vive de las disculpas, y nunca gana nada.
5 semestres de comodidad real, sin triunfos resonantes porque no los logra, en los que puso a Once Caldas como equipo de mitad de tabla, sin protagonismo, ni respeto por su historia.
Alguna vez dijo que su tarea era hacer jugadores, y tampoco, es decir, ni lo uno ni lo otro, y se nota confundido con el grupo, marcando una labor deficiente y deprimente.
Una pena, pero Once Caldas lleva rato con un entrenador sin la formación necesaria, que goza del beneplácito de un presidente que no toma decisiones.
La temporada pasada la eliminación fue doble, y lo mantuvo sin razón. En este torneo hizo trizas las victorias sobre Millonarios y Nacional, y está al borde del colapso.
Además cualquiera profana el Palogrande -en 8 juegos este año solo venció a Nacional, el resto fueron empates- para un rendimiento discreto del 40% en casa.
¿Cuáles son entonces los méritos para sostener a Bodhert? ¿Hasta cuándo la van a esperar ¿Cuál es el temor a determinar su salida que en últimas beneficiará al club? ¿Tiene sentido acaso que Once Caldas con la plantilla que posee tenga que soportar un trabajo sin avales cuando siguen intactas las opciones de clasificar? ¿Por qué no intentar un cambio? Herney Duque podría dar una mano mientras llegan los nuevos dueños y ponen orden con un verdadero estratega.
Morir de hambre con la nevera llena será imperdonable, y para allá va Once Caldas con el manejo que le están dando. La mala escogencia de los titulares, los cambios erráticos, la alta de un patrón de juego, la lentitud en la propuesta, no imponer el ritmo, son hechos concretos en cada jornada.
Los goles tempraneros son un absurdo, siempre le marcan antes del minuto 20 y pasa hasta una hora remando contra la corriente.
La tabla se aprieta, Equidad lo puede desplazar esta semana si sale el fallo contra Pereira, y hay varios interesados en meterse en la conversación, con el agravante de que los que están arriba se ven demasiado fuertes.
Jaguares y Medellín serán los rivales a seguir, y andan en crisis, es contra ellos que hay que buscar el cupo, sin misterios ni rodeos, ganándoles porque son inferiores.
Luego vendrá Cali, cerrando contra Pasto y Tolima por fuera, y si a esa instancia se llega intentando la clasificación, por lo visto hasta ahora, mejor apague y vámonos.
Hasta la próxima...
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