Mario César Otálvaro
LA PATRIA | Bogotá

En un plan de reordenamiento en lo administrativo, y también en lo deportivo, está empeñada la junta directiva del Once Caldas recientemente posesionada.

La inclusión del exministro y exalcalde Jorge Eduardo Rojas le apunta a esa intención de maximizar los rendimientos empresariales, de por si exitosos ya en el terreno de juego.

Enhorabuena la salida de Felipe Paniagua, garante de las pésimas contrataciones en épocas de Flabio, Torrente y Lisi, enmarcadas en círculos de amigos con demasiados intereses particulares.

Cuando Maturana -que igual fueron fiasco- los asesores eran De La Cuesta y Pezzuti, en tanto que este año el propio Bodhert gestionó con base en sus requerimientos.

Que diferencia ¡no! y el acierto se simboliza en una temporada asombrosa, en la consolidación del proyecto trazado por el entrenador y en la calidad del plantel.

Hubo afán por acertar frente a la mirada atenta y prevenida de los dueños -quienes de todas maneras las respaldaron- y la tarea se encausó sobre propósitos firmes y objetivos precisos.

El resultado salta a la vista, el confiable Once Caldas de hoy tiene estilo de juego, individualidades que marcan diferencia frente a las del pasado y un porvenir atractivo y tranquilizador.

Total, un técnico con convicción y compromiso que apiñó una nómina que lidera las estadísticas, y lección aprendida sobre adquisición de refuerzos primando el bien común sobre los apetitos personales.

Todo indica que a Paniagua se unirán otros funcionarios del club en esa idea de establecer un estado monolítico, sin fisuras ni divisiones, que fortalezca el espíritu de unión y la competencia.

Decisión aplazada por motivos de salud del presidente Tulio Mario Castrillón, afectado por una pancreatitis que obligó a su reclusión en centro asistencial, por fortuna ya en recuperación y libre de peligro.

La presencia de Nicolás Rendón y Ramón Vinasco en la junta -más Carlos García- de forma paralela amplía el espectro de dirigentes locales y la comunicación real con los caldenses, su identidad y su cultura.

Se tardó en llegar a estas instancias pero se está logrando y hay que recibirlo con beneficio de inventario porque es un Once Caldas más cercano a la ciudad y a su gente.

Los reclamos no se hacen esperar por la ausencia de público en el estadio, y hay razones para la protesta, un duelo contra el Junior de Viera, Jarlan, Teo y Díaz no es cualquier cosa.

En el entendido además de que debe suscitar importancia por sí solo, y convocar a sus hinchas merced al buen fútbol que practica y la exhibición que hace de sus virtudes.

Fue operado Kevin Londoño -ocho semanas por fuera- y ahora Bodhert tendrá que resolver dudas no solo por la margen izquierda donde siempre las hubo, sino por la otra banda.

Kevin se había convertido en un centrador efectivo, socio en distintos sectores de la cancha y pieza clave por su aporte en juego interior y sorpresa en sus lanzamientos de costado. Una pena por el momento, y por el vacío que deja en el grupo.

Sin embargo debe prevalecer la estructura ya montada, a sabiendas de que sobre ella se ha construido la campaña, y que como dice Bodhert, todos sus jugadores deben estar a punto para contestar el llamado. Ojala no pese lo corto de la nómina.

P.D. Desde mañana, y todos los lunes de 9 a 10 de la noche, Siempre Fútbol -el proyecto de radio que dirige el autor de estas líneas a través de La Cariñosa de RCN- irá por Telecafé. Invitación a la sintonía.

Hasta la próxima…

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