El lunes 16 de julio, cuando acababa de caer en Moscú el telón del XXII Campeonato mundial de fútbol, ‘El Espectador’ dedicaba su última página a una grata noticia: el reconocimiento que se le hizo por quinta vez a Propaganda Sancho BBDO como la más efectiva del planeta, apetecido galardón que concede la Latin American Effie Awards.
Se advierte que hay guardián en la heredad del inolvidable creativo don Arturo Arango Uribe, quien fundó la octogenaria agencia en su natal Manizales, que en los últimos doce años ha sido distinguida con la misma presea de manera consecutiva entre sus pares colombianos.
Sancho nació en una modesta oficina del céntrico edificio de la Beneficencia de Manizales, desde la que despachaban su fundador y Rodrigo Jaramillo, llamado cariñosamente “Ojo de águila”, su primera mano derecha. Con el correr del tiempo se sumaron al equipo de creativos los jóvenes Carlos Arturo y Álvaro Arango, hijos del dueño del aviso. La historia es larga en su lugar de nacimiento y se extiende victoriosamente con su traslado a Bogotá, la ciudad de todos, en busca de más espacio para su vertiginoso crecimiento.
Amable y generosamente, el maestro Eucario Bermúdez (testigo privilegiado de este buen suceso comarcano) nos aporta desde Miami este espléndido relato:
“Ese es un verdadero reto muy difícil de enfrentar cuando la mente empieza a ser azotada por los años. Pero es inolvidable Arturo Arango Uribe como uno de los publicistas que sorprendió a sus entonces competidores y a la opinión pública en general, con su inmensa creatividad en una actividad apenas en formación. Propaganda Sancho, ''su más fiel servidor'', como rezaba su inolvidable eslogan, fue sin duda una de sus apariciones más impactantes en la naciente industria publicitaria, que desde luego ya contaba con importantes agencias en Bogotá y Medellín.
A los desafíos publicitarios de la industria textil, como Coltejer, don Arturo defendía la calidad de la pequeña Tejidos Única con una frase contundente: ''Hacemos un poco menos, pero lo hacemos mucho mejor".
Ese fue, apenas, uno de sus productos publicitarios que situó a Manizales con una estrella rutilante en el panorama de la publicidad nacional. Y de la mano de ellos salían desde las pequeñas oficinas de Sancho, ubicadas en el céntrico edificio de la Lotería de Manizales, más originales e impactantes creaciones publicitarias, campañas de todo orden (público, privado, empresarial) teniendo a su lado como fiel Sancho Panza a Rodrigo Jaramillo, dotado también de una excelente creatividad, en una etapa en que esa profesión apenas empezaba a adquirir trascendencia en los mercados nacionales.
En medio de esa productividad publicitaria, don Arturo sorprendía también como periodista, locutor, escritor y novelista...
En un rincón un poco oscuro del disco duro de don Eucario aparece una obra teatral de sabor navideño de la autoría del papá de Sancho y Crónica, que fue llevada a los canales de la naciente televisión, con un éxito extraordinario, en un concurso nacional convocado por la incipiente Inravisión de entonces.
La apostilla: El Cuadro de Honor de Sancho, la prestigiosa firma publicitaria nacida hace ocho décadas, en Manizales, lo conforman el mítico abuelo don Arturo, los hijos Álvaro y Carlos Arturo y los nietos Carlos Felipe y Marcelo Arango. Los herederos han sabido mantener su legado y llegar a esas alturas.