Durante casi tres años, en este espacio generosamente asignado por el director de LA PATRIA, he tenido el honor y la responsabilidad de expresar las inquietudes de los productores cafeteros: sus vivencias, sus dificultades, sus necesidades, sus iniciativas, sus amenazas, lo que visualizan como posibles soluciones a su permanente problema de rentabilidad y lo que no comparten de la forma como se maneja la industria en Colombia. He asumido el rol de ser su vocero escuchando permanentemente sus problemas esperanzados en que los ventilemos aquí. Mostrando una óptica diferente de lo que podría ser la actividad cafetera, hemos sembrado en el departamento, la inquietud de los cafés especiales (más allá de los sellos de sostenibilidad), como única alternativa de generación de valor en el café verde. Me honra muchísimo que hoy Caldas hable diferente de calidad y demuestre cada día que tenemos el potencial de acceder a mercados diferenciados viendo un número cada vez mayor de productores agremiados comprometidos en el mejoramiento.
Cuando se habla de café lo hacen funcionarios de Federación, gobierno, políticos, columnistas, economistas, pero la óptica del productor no cuenta con espacios de difusión. Todos pontifican sobre los problemas y las soluciones, sin tener un árbol de café, o que se pregunte a los productores al respecto. La línea ideológica de esta columna ha sido y seguirá siendo la defensa de los intereses de nuestros cafeteros. Desde aquí he planteado y he sido crítico del modelo productivo, de cómo nuestra industria se encuentra sometida por los intereses de las multinacionales, así como nuestra estructura gremial, productiva, logística y comercial. He sido un franco opositor a las certificaciones y a los sellos de sostenibilidad que tienen subyugado al productor, y he sido insistente en mi argumentación del por qué no deberíamos prestarnos a esa perversa estrategia comercial donde el productor empobrecido es el principal insumo.
Las denuncias que he hecho desde esta columna son fruto de mi permanente diálogo con productores, investigación de nuestra problemática y fuentes conocedoras de las intimidades del negocio. Tengo el privilegio de recibir información de personas ligadas al sector, nacional e internacionalmente, que me empapan del contexto no oficial del estado de nuestra industria. Cuando me he atrevido a hacer denuncias en este espacio ha sido con cifras y fuentes reservadas pero documentadas de lo que expreso. Entiendo que muchas de ellas incomoden y generen desacuerdos, pero solo me mueve la protección de nuestros intereses como productores, como bien sé que también mueve a la institución, así no compartamos muchas veces los métodos y las estrategias.
Aquí se trata de sumar y multiplicar, no de restar y dividir. El diálogo, las ideas, el respeto por la legitimidad de las inquietudes y temores de los cafeteros, es un ejercicio democrático que construye; no es con unanimismo, adulaciones y mutuos elogios que se desenmascaran y se solucionan los problemas y menos con agresiones personales contra productores que piensan diferente. Hay que llamar las cosas por su nombre y aceptar que la realidad no es como debe ser sino como es.
Entiendo que mis últimas columnas hayan causado incomodidad en la institución y sus representantes. Las inquietudes y amenazas están allí. La voluntad y las posibilidades de solución las tiene la institución y las autoridades, mi labor y mi rol llega hasta ahí, cumplo con exponer en un medio de comunicación lo que considero debe ser la legítima defensa del origen y la diferenciación del Café de Colombia que permita que produzcamos buenos cafés y sean remunerados justamente al productor. La institución ha trabajado por décadas en un plan estratégico de defensa del origen, ¡es lo único que tenemos!
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015