Radiografía electoral en Antioquia: así se pelean los votos

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No hay avenida del Valle de Aburrá donde no se observen vallas, afiches o balconeros (pendones) de candidatos al Congreso, y lo mismo ocurre en los otros 115 municipios de Antioquia. Hay publicidad política entrando a cada pueblo y por todas la calles, excepto en las que cruzan los parques principales.

Los aspirantes comparten de manera constante, en sus redes sociales, fotografías y videos de las correrías por las nueve subregiones, pero los antioqueños que aspiran al Senado también están de gira por, al menos, otros 10 departamentos del país “pescando votos”.

Igual fenómeno se vive en el plano local. El Colombiano encontró que cerca de 30 candidatos al Senado de otras regiones también buscan votos en Antioquia, incluso, muchos tienen fórmulas a Cámara, o el apoyo de dirigentes políticos o empresariales locales.

“La razón principal por la cual se da este fenómeno tiene que ver con el fraccionamiento interno de los partidos. Esta situación podría ser indirectamente un efecto del voto preferente, que ha terminado creando rivalidades internas irreconciliables al interior de los partidos”, explicó Jaime Carrión, docente del área de Partidos Políticos de la U. Nacional, sede Medellín.

Las apuestas de los partidos

Por población Antioquia tiene 17 curules asignadas en Cámara. Hace cuatro años salieron también elegidos 12 senadores antioqueños, pero por diversas circunstancias dos no terminaron su periodo. El mapa no cambiaría sustancialmente, con relación a 2014, cuando el Centro Democrático entró en escena.

La U, que sufrió una desbandada del 50 % de sus dirigentes aproximadamente, se rehúsa a desaparecer del espectro y reforzó su lista con dos exalcaldes metropolitanos; el Centro Democrático abrió su lista, lo que movió más su dirigencia regional; los conservadores quieren sostenerse y todos los actuales congresistas buscan la reelección; los liberales, sin un candidato presidencial fuerte en Antioquia, pretenden crecer.

La Alianza Verde quiere resurgir, luego de que el fajardismo perdiera la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia en 2015; el Polo Democrático trata de mantenerse como el partido más fuerte de izquierda, tras la llegada del Partido de las Farc y la Unión Patriótica; y Cambio Radical proyecta multiplicarse, aprovechando la imagen de Germán Vargas.

Los demás partidos, Opción Ciudadana, el Mira, la Alianza Social Independiente y Somos, difícilmente alcanzarán la cifra repartidora para asegurar una curul, que este año oscilaría entre los 60.000 y los 70.000 votos. Hace cuatro años se ubicó en 58.067 sufragios.

Y es que lo que pase en esas elecciones del Congreso en Antioquia, que representa casi el 14 % del censo electoral nacional, será decisivo para las coaliciones finales, de cara a la primera vuelta presidencial.

Adolfo Maya, director de la Maestría en Gobierno de la U. Eafit, afirmó que el panorama para Congreso está muy nutrido de candidatos, pero con unos pocos conocidos. “Si ponen a una persona a enunciar 10 candidatos, no pasaría de tres en la memoria y la recordación”.

Al respecto Juan Carlos Escobar, investigador del Instituto de Estudios Políticos de la U. de Antioquia, dijo que para Congreso no habrá mayores sorpresas en su conformación, excepto la aparición de las curules para las Farc.

“Las curules estarán entre los partidos grandes, Centro Democrático, Partido Liberal, Partido Conservador, Partido Cambio Radical y estimo que el número de senadores antioqueños no variará mucho, entre 10 y 12”.

En el norte y sur del Valle de Aburrá enfilan las baterías por el poder, que en palabras del consultor político Miguel Jaramillo, son los tradicionales fortines de los caciques de maquinaria, que libran una batalla con sectores de opinión ávidos de romper hegemónicas tradiciones.

“El Centro democrático y Cambio Radical vislumbran crecimiento congresional; liberales y conservadores apuntan a mantenerse, mientras la izquierda y el Partido de la U van a salir lastimados”, puntualizó.

Ramón Salazar Prada, politólogo, docente de Ciencia Política de la U. de Antioquia.
A menos de un mes para las elecciones para Congreso, el escenario político del departamento avanza en un ritmo vertiginoso. Muchos aspirantes a Cámara de Representantes y Senado recorren las ciudades, municipios y veredas de la región en procura de alcanzar algunos votos más.

Para el departamento antioqueño, en particular, cobra vigencia la erosión de nuevos partidos, movimiento y alianzas políticas que entran a disputarle terreno —ideológico— a las estructuras tradicionales que han ‘gobernando’ el departamento en los últimos años. Así pues, parece que estas nuevas apuestas, de sectores poco tradicionales en el ejercicio de la política antioqueña, representados por la Alianza Verde + Polo, y afines, rivalizarán —y pondrán en jaque, por lo menos tres curules— con los partidos convencionales de la región en las últimas elecciones (Centro Democrático, Conservador y Liberal).

Para la primera vuelta presidencial, los tiempos son distintos. Por el momento, gran parte del electorado afirma no tener claro su voto, muestra de ello es que cerca del 10% de los votantes —según diferentes encuestas— afirman que aún no han tomado la decisión (Ns/Nr) o que votarán en blanco. En ese sentido, las elecciones al Congreso serán un termómetro de obligatorio análisis para los candidatos de cara a la primera vuelta presidencial.

Presidenciales: Uribe vs Fajardo
Antioquia es la cuna de dos candidaturas presidenciales con opción de pasar a segunda vuelta. Si bien en 2010, cuando Sergio Fajardo era la fórmula presidencial de Antanas Mockus, obtuvieron 416.384, frente a los 1’227.089 de Juan Manuel Santos, que era el candidato del expresidente Álvaro Uribe, esta vez Fajardo es la cabeza, viene de ser gobernador y Uribe no detenta el poder presidencial.

El actual gobernador de Antioquia, Luis Pérez, es el principal enemigo político de Fajardo, pero es amigo de Uribe; mientras que el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, tiene buenas relaciones con ambos líderes, pero es más cercano al expresidente, y eso podría inclinar la balanza.

Hace cuatro años, Óscar Iván Zuluaga se impuso en primera y segunda vuelta presidencial, pese a que era muy desconocido en Antioquia, pero no había rival fuerte de patio; esta vez Iván Duque intentará conservar ese éxito, aunque la tiene cuesta arriba, porque, además, deberá primero ganar la consulta del 11 de marzo y hacerle frente a los muros de contención construidos por Germán Vargas Lleras para evitar que le saquen mucha ventaja en Antioquia. 

Las demás candidaturas presidenciales tienen poca esperanza de éxito. Según Maya, Fajardo tiene mucha fuerza en Antioquia, pero más que candidato electoral le ha venido apostando a ser un candidato de opinión, pero Vargas Lleras también ha articulado en su campaña de grandes líderes que se movían en el Partido Conservador. 

Escobar precisó que el pulso presidencial estará marcado por el candidato que ponga la coalición de derecha y el de la Coalición Colombia. Añadió que esas candidaturas van a acaparar gran parte de la votación en Antioquia.

“Del lado de Fajardo hay debate sobre su gestión en la gobernación. Tiene nichos de votación importante en Antioquia y puede haber un electorado fiel a lo que él propone y representa.  Sí va a ver muy pocos votos para el resto de candidatos”.

El despliegue de todos los partidos y candidatos por botín electoral de Antioquia no es para menos: En la circunscripción departamental a la Cámara, en 2014, hubo 1.334.566 votos. Para la presidencia, en segunda vuelta, el candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, llegó a 1.139.000, y el presidente Juan Manuel Santos a 704.000. Esto representa más del 10% de la votación total del país, por la que todos se frotan las manos.