B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Franciesned, Rubelio, Flor María y María Nohelia tienen algunas cosas en común. Viven en distintas veredas de Samaná, son insulinodependientes y afiliados a Nueva EPS.
En estos cien días de emergencia por la covid-19 estuvieron hospitalizados. Llegan descompensados, porque se les acaba el tratamiento y manifiestan dificultades con el proceso de autorización y entrega de medicinas e insumos de segundo nivel.
Los servicios de primer nivel como hospitalización, urgencias, radiografías, laboratorio, consulta externa y odontología los presta el Hospital San Antonio de Samaná, para lo demás deben acudir a La Dorada, Honda o Manizales.
David Rivera, también afiliado, dijo que los más afectados son los mayores. “Unos necesitan pañales y otros medicamentos o citas”.
En esta zona, no sólo opera Nueva EPS, también Asmetsalud, Cosmitet y Sanidad de la Policía, las tres últimas autorizan citas y entregan medicinas e insumos en el municipio.
Ante esta dificultad, los usuarios acuden al Hospital para que les ayuden a tramitar estos servicios, que según Jéniffer Muñoz, líder del Sistema de Información y Atención al Usuario del Hospital, es un proceso que tarda más.
Lo ideal, dijo, es que la EPS tuviera una oficina de atención. Son 5 mil 800 afiliados a esta EPS.
Antes de la emergencia, las personas pagaban transporte público hasta La Dorada para pedir citas, adquirir pañales o medicinas, pero con el cierre de fronteras, muchos quedaron a expensas de lo que pueda hacer el Hospital.
Según Muñoz, cada 25 días el gerente, aprovechando que la ambulancia va en remisión, recoge las órdenes de pacientes para reclamar en el puerto caldense. “El conductor va, hace la fila en la oficina de la EPS en La Dorada y trae los insumos al hospital donde se les entrega a los usuarios”.
Para el personero, Marino Andrés Ocampo Osorio, desde que Nueva EPS recibió a los usuarios de Saludvida en diciembre y enero, han insistido en un punto de atención. “Inicialmente tenía unos funcionarios, pero cuando comenzó la emergencia, la EPS se desentendió. Dice que tiene puntos virtuales, pero debe entender que la mayoría es población rural”. De 20 mil 454 habitantes que hay en el municipio, 5 mil 924 están en la cabecera y el 14 mil 530 en centros poblados y rural disperso.
Ocampo anunció que interpondrá una acción popular, “porque Nueva EPS se relajó. Necesitamos canales presenciales, no virtuales”, apuntó.
La gerente zonal Caldas de Nueva EPS, Martha Irene Ojeda, aseguró que la EPS nunca se ha desentendido y añadió que disponen de canales no presenciales. Respecto al punto de atención anunció que más o menos en mes y medio habilitan la oficina con asesores y promotores de salud.
Respecto a elementos de alto costo, Ojeda aclaró que deben seguir reclamándolos en La Dorada, porque en Samaná no hay una farmacia que soporte este suministro. “En domicilio sólo les entregamos a mayores de 70 y a población priorizada, cumpliendo lo que exige el Gobierno”.
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