Unidos contra el caracol africano en el Kilómetro 41

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

A una persona, de 59 años, que vive en el sector Kilómetro 41, corregimiento Colombia, le detectaron hace poco una enfermedad del sistema nervioso central.

Tras descartar que haya un factor tumoral, y después de una visita del secretario de Salud municipal, Carlos Humberto Orozco, se reportará el caso a la EPS para que evalúe si estos síntomas los ocasionó el caracol gigante africano, que hace presencia en la zona y también en la casa de la afectada. No se ha logrado, según Orozco, encontrar una explicación al fenómeno neurológico que padece la paciente.

Nocivo

Ayer, en una visita de representantes de las secretarías de Salud y Agricultura de Manizales, y Corpocaldas al Kilómetro 41, para una jornada de difusión y recolección de estos moluscos, el secretario de Salud precisó que el problema mayor de este caracol es su capacidad de transmitir una infección por un nemátodo o lombriz.

“Hay varias especies, que se caracterizan por ocasionar una sintomatología del sistema nervioso central tipo meningitis y otra que al infectar, causa úlceras en el sistema gastrointestinal”.

Advirtió que pueden ser enfermedades de múltiples presentaciones, diarrea, fiebre, síndrome meníngeno y hasta la muerte.

Orozco llamó la atención para que estén pendientes de que los niños no los manipulen, pues hay riesgo de infectarse, sobre todo con la baba del caracol.

Hallazgos

La campaña de ayer se desarrolló con cinco grupos que visitaron algunos puntos del Kilómetro 41, en la zona urbana y el sector de la Carrilera.

El propósito es recolectar e inactivar estos moluscos, y para eso utilizan agua con sal o con cal con el propósito de matar la babosa, que está dentro del caparazón.

Aunque este animal es de hábitos nocturnos y es frecuente hallarlo sobre la vía, ayer encontraron unos siete kilos de especímenes en la Carrillera de unos ocho centímetros, por eso programarán una segunda inspección en la noche en busca de hallar más unidades de este molusco africano.

Cómo infecta

La lombriz o nemátodo del caracol gigante africano puede invadir a través de la piel, pasar al sistema circulatorio y ocasionar la infección de los tejidos donde puede llegar, dependiendo de la subespecie del nemátodo.

Este gigante africano es un vector, porque al estar en contacto con heces fecales de cualquier animal es fácil que se contamine.

De ahí, la recomendación que hace el médico veterinario y zootecnista Óscar Castellano, encargado del programa de manejo y control del caracol africano en Corpocaldas, para hacer una búsqueda activa y periódica con el fin de que estas poblaciones disminuyan.

Es una especie invasiva, con alta supervivencia y pocos agentes que los dañen, por eso generan la muerte de otras especies que conviven con ellos.

Este molusco es hermafrodita y se calcula de después de la cópula y con una maduración de unos seis meses puede tener una fertilidad que le permite tener hasta 1.200 huevos fértiles al año.

Es hospedante de nemátodos del género Angyostrongylus, específicamente de las especies A. cantonensis y A. costaricensis. El primero ocasiona meningoencefalitis y el segundo causa enfermedades abdominales: diarrea y hemorragias gastrointestinales.

Unos grupos se dedicaron a buscar los caracoles africanos y otro se reunió con los líderes comunales para involucrarlos en la pesquisa y en la capacitación para evitar que los niños manipulen estos moluscos.

Recomendaciones

1- Aprenda a identificarlo. Para eliminarlo use guantes, deposítelo en una bolsa gruesa, aplique cal en el fondo y encima o deposítelo en agua con sal. Luego hay que enterrarlo.

2- No lo toque y evite el contacto con la baba, especialmente en ojos, nariz y boca. Si por error los manipula, lávese de inmediato.

3-  Productos de esta especie, como la baba de caracol no tienen ninguna propiedad cosmetológica, por lo que está prohibido su cría o tenencia para este o cualquier otro fin económico.

4- No los use como carnada, mascota o adorno.

5- Elimine de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que les sirva de refugio.