LA PATRIA | MANIZALES

"A Dios gracias por permitirnos la vida, por darnos esta gran oportunidad para capacitarnos y aprender muchas cosas. Queremos que un país como Colombia mejore, para que salgamos de aquí como personas renovadas, con una mente cambiada y con deseos de seguir adelante y de vivir".

Las palabras son de José Jaime Guapacha, recluso de la Cárcel Doña Juana, de La Dorada, durante la ceremonia de certificación de internos, en un convenio entre el Sena y el Inpec. Personas como él se capacitaron en auxiliar de trabajo de la madera, actividad que desarrollan dentro de las paredes del centro de reclusión para hacer más llevadera su situación y aprovechar tanto tiempo que les queda libre.

Tiempo libre

Según las estadísticas del Inpec, de los 4 mil 28 internos, entre sindicados y condenados, que albergan las nueve cárceles de Caldas, 3 mil 489 invierten su tiempo en trabajo, estudio o enseñanza. 2 mil 227 se dedican a laborar, mil 198 a capacitarse y 64 imparten conocimiento.

El encierro es aprovechado por algunos para adelantar los estudios que, por diferentes circunstancias, no recibieron en la calle. Por eso, mil 542 cursan ahora la básica primaria. 244 son iletrados, siendo las cárceles Doña Juana y La Blanca, las de más personas con esa condición: 100 y 83 respectivamente.

103 detenidos cuentan con educación superior, 12 de esos con especializaciones. Laura Jaitman, especialista en Seguridad Ciudadana del BID, escribió una columna en www.blogs.iadb.org, que tituló ¿Qué tan claro es el vínculo entre educación y crimen?

En ella afirmó que la educación aumenta las oportunidades de acceder a trabajos legales e incrementa sus salarios, lo cual reduce el atractivo financiero de las actividades delictivas.

"Existen otros vínculos entre la educación y la disminución de la criminalidad. El costo de oportunidad (definido en economía como lo que se deja de ganar por la elección que se ha decidido), es también mayor para aquellas personas que tienen el potencial de ganar altos salarios en actividades legítimas, pues estar en prisión implica tiempo fuera del mercado laboral. Por otra parte, la condena en sí misma ejerce un estigma social que actúa como un disuasivo adicional, el cual es probablemente más fuerte cuanto mayor educación tenga el individuo", manifestó.

Añadió que una persona con poca educación es más propensa a cometer delitos en comparación con una de mayor educación. Sin embargo, también la causalidad puede interpretarse al revés: Es menos probable que una persona más propensa a cometer delitos permanezca en la escuela, en comparación con una persona que no es propensa a cometerlos.

Guapacha, el interno de La Dorada, espera salir muy pronto de Doña Juana, retomar su vida y aprovechar los conocimientos que adquirió en la cárcel para trabajar.

Por cárceles

Cárcel Estudio Trabajo Enseñanza

Salamina 125 104 0

La Dorada 405 965 24

Anserma 115 90 0

Riosucio 43 49 0

Pensilvania 69 48 0

Pácora 30 44 0

Aguadas 53 43 0

Manizales (muj) 105 52 0

Manizales (hom) 253 832 23

¿En qué trabajan?

1. 900 con fibras y materiales naturales sintéticos

2. 282 con telares y tejidos

3. 257 con madera

¿Qué estudian?

1. 843 están en Ciclos Lectivos Especiales Integrados de educación formal

2. 96 educación para el trabajo y el desarrollo humano

¿Qué enseñan?

1. 47 monitores educativos

2. 9 monitores de salud

3. 8 instructores

4. 2 monitores laborales.

La educación de los internos en Caldas

Grados Cantidad

1, 2 y 3 619

4 y 5 926

6 y 7 698

8 y 9 518

10 302

11 599

Especializado 12

Iletrado 251

Profesional 38

Tecnológico 23

Técnico 54

Nivel educativo por cárceles

Cárcel Educación Superior Básica media Básica primaria Iletrados

La Dorada 39 793 609 100

Salamina 0 127 92 22

Anserma 0 102 93 15

Riosucio 0 65 48 6

Pensilvania 0 49 62 5

Pácora 0 38 37 0

Manizales (mujeres) 0 120 75 13

Aguadas 0 43 49 0

Manizales (hombres) 64 775 477 83