Aseguran que el instructor se sobrepasaba con ellas

LA PATRIA | MANIZALES

Un hombre, investigado por el delito de demanda de explotación sexual con menor de 18 años, pidió que le precluyeran el proceso, pues considera que no hay pruebas suficientes en su contra.

En primera instancia, un juzgado le dio la razón, pero tras la apelación del abogado de la víctima, el Tribunal Superior de Manizales revocó y le ordenó a la Fiscalía seguir adelante con el caso.

Según la narración, en marzo del año pasado, el ICBF visitó una asociación con sede en un municipio de la región Centro-Sur de Caldas. El pedagogo le informó al coordinador de la institución que tras una charla con 19 niñas de la entidad, menores de 14 años, evidenciaron que el hoy investigado, quien se desempeñaba como instructor, tenía comportamientos libidinosos con ellas.

Los psicólogos de la institución adelantaron entrevistas y se encontraron con la de una menor, quien narró que el sujeto le daba besos y que de manera consentida pasaron otras situaciones.

Seis días después de la visita del ICBF, el coordinador denunció los hechos. La Fiscalía investigó y encontró que el señalado seducía a las menores diciéndoles que eran muy bonitas e, incluso, les pedía sostener relaciones sexuales. Otras manifestaron que les solicitaba fotos por Facebook, pero que nunca les dio dinero o les ofreció regalos. Habría comportamientos sexuales con una menor, de 11 años.

Atípico

El ente acusador solicitó la preclusión por la atipicidad de la conducta, pues no se demostró el delito inicial, pero pidió que se compulsaran copias para investigardisciplinariamente lo ocurrido.

El defensor del señalado manifestó que si la menor tenía más de 14 años en el momento de los hechos, "su consentimiento es válido y no constituye delito alguno". La representación de víctimas anotó que el sindicado era instructor que cumplía labores en las noches y precisamente en ese horario se habrían dado las conductas.

"Las llevan allí para restablecerles derechos por haber sido víctimas de abusos familiares, pero las personas encargadas abusan sexualmente de ellas. Se debe seguir investigando y adecuar el hecho al tipo penal correspondiente", dijo.

Pidió vincular a la psicóloga, suegra del indiciado, y a los directivos del lugar, pues una niña expresó que denunció y no le prestaron atención.

El Tribunal consideró que la preclusión por atipicidad procede cuando la Fiscalía haya descartado razonable y argumentativamente que la conducta investigada no se adecua a ninguna posible hipótesis. "La valoración debe ser amplia y estricta, pues de por medio está la protección de niños, niñas y adolescentes", concluyó.