Abel de Jesús Álvarez Soto caminaba en horas de la madrugada del miércoles por la parcelación La Rochela, del corregimiento de Quebrada Negra (Calarcá), cuando fue sorprendido por alguien que le disparó, al parecer, con una escopeta.
El hombre murió de inmediato y más tarde, cuando los labriegos empezaban a hacer sus labores del campo, se encontraron con el cadáver tendido en el predio. Según el coronel Luis Hernando Benavides Guancha, comandante de la Policía del Quindío, la víctima tenía un impacto de bala en la cabeza. De inmediato los campesinos alertaron a la Policía.
Los agentes acordonaron la zona para que sus compañeros de la Sijín de la Policía inspeccionaran el cadáver. El cuerpo lo trasladaron a la morgue departamental de Calarcá para que los forenses le practicaran la necropsia.
Las autoridades recolectaron pruebas en el lugar de los hechos en aras de establecer las causas y los autores del crimen. El coronel Benavides aseguró que Álvarez Soto, de 34 años, era cultivador de plátanos y no tenía antecedentes penales. Vivía en la misma zona donde le quitaron la vida y eran natural de Viterbo.
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