LA PATRIA | MANIZALES

La carpa del circo local permitió mostrar el talento y la expresión cultural de jóvenes de Arauca (Palestina) y a un oficial de la Policía con su personaje barrilete.

El subteniente Johan Cárdenas, de 26 años, nació en Bogotá. Es hijo del intendente en retiro de la Policía Richard Cárdenas Gil, de quien aprendió a hacer las cosas con amor y vocación, siempre sirviendo a los demás.

Es el comandante de la Subestación de Policía Arauca, donde en el año y tres meses que lleva allí ha liderado las actividades de prevención y control en este corregimiento ha conocido de primera mano los problemas y necesidades de la comunidad.

De ahí nació la estrategia de convivencia “Arauca baila por la vida, que les permite a los jóvenes ocupar el tiempo libre a través del arte, buscando fortalecer sus valores y alejarse de los peligros de la drogadicción y las malas amistades.

El programa cuenta con 20, entre los 12 y 20 años, quienes reciben las clases de expresión cultural en danzas, dictadas por el mismo subteniente, quien sin descuidar la seguridad de su corregimiento saca espacios para enseñar a través del baile la importancia del respeto y la tolerancia.

"He integrado a mi labor de prevención con la recreación, los payasos y la danza, porque son un parte de mi pasión desde la época de estudiante del colegio, cuando ingresé a una academia de baile con el anhelo de ser bailarín profesional. Esto me ha permitido conectarme con los jóvenes”, le dijo a Q'HUBO.

Pasos

Estos adolescentes se han venido preparando durante 6 meses en ritmos latinos como la salsa, en resolución de conflictos, tolerancia y respeto, con una intensidad horaria de 6 horas semanales.

Todo se alistó para el gran debut de estos muchachos, que se hacían cada vez más fuertes mentalmente para bailar por la vida. Faltaba algo muy importante: el público y un lugar que hiciera brillar su presentación.

Es así que al corregimiento llegó el Family Circus, una carpa circense de actos culturales, magia y acrobacias. El oficial no dudó y pensó en una idea descabellada: una función gratis para toda la comunidad del corregimiento y aprovechar para presentar al grupo de baile.

Esta idea le caló porque su carisma, entrega y corazón le permitieron convencer a los dueños del circo, quienes le cedieran una función y con recursos propios obtuvo globos para todos los niños y niñas, luces, barras luminosas, algodones y la decoración.

El gran día llegó el pasado fin de semana. En el corregimiento solo se hablaba de la actividad circense y la gran sorpresa de Barrilete. Al llegar la noche solo se observaban las filas de incontables familias donde al ingresar recibían algodones, con el fin de evidenciar en los actos centrales a sus hijos, hermanos, primos y amigos bailando por la vida.

Chocolate y Gomita, dos de los aprendices del subteniente, le dieron una lesión de vida a la comunidad con una obra de teatro sobre la tolerancia y no agresión.

Por último apareció a escena el oficial de Policía, vestido como su personaje clown Barrilete, quien levantó su mano y encendió velas y barras luminosas verdes y azules, representando el color de la transformación integral de la institución, para que todos se comprometieran en un pacto por la paz para prevenir la violencia intrafamiliar, las lesiones personales y el consumo de sustancias ilícitas.

Final

Los aplausos sobraron y retumbaron para este evento, logrando que estos jóvenes se conviertan en lideres para aportar a través del arte y la cultura a sus comunidades y de esta manera contribuir a tener una mejor sociedad y calidad de vida para sus familias. Esperan que mas jóvenes de este corregimiento se sumen a esta iniciativa y se alejen del mundo de las drogas