Burgos estuvo prófugo 652 días por muerte de menor en Manizales

LA PATRIA | MANIZALES

Pasaron 652 días desde cuando el juez Primero Penal del Circuito de Manizales emitió sentido de fallo condenatorio contra tres sujetos, por la muerte de un menor, de 14 años.

Ese día, al leer la decisión, ordenó la captura inmediata de Carlos Andrés Burgos Echeverry, de 36 años, que trabajaba en el centro de llamadas de la Dirección Territorial de Salud de Caldas. Sin embargo, alguien le advirtió de su captura y escapó.

El miércoles, tras esconderse ese tiempo, fue capturado por el CTI de la Fiscalía para que pague 18 años de cárcel por la muerte de Juan Diego Suárez Díaz, de 14 años, el 8 de octubre de 2014 en Villapilar. El cuerpo lo hallaron en estado de descomposición en una ladera llena de basura, en la antigua vía a Arauca.

Su detención la requirió el Tribunal Superior de Manizales. Junto a él están condenados alias Cartucho y el Gato. A ellos los detuvieron el día de la audiencia, porque acudieron a ella. A un cuarto hombre lo absolvieron porque lo confundieron con otra persona por su contextura gruesa.

Por este crimen hay otro sentenciado a 28 años y nueve meses: Julián Ceballos Marín, el Sapo, quien confesó el hecho.

El caso

A Suárez Díaz lo mataron el 8 de octubre, pero lo hallaron el 16 de ese mes. Su mamá denunció en LA PATRIA que él salió de Villapilar, donde vivía, a entregarle $4 mil a un amigo del sector de La Curva, adelante del control de busetas del barrio. Allí tenía su grupo de parceros.

En el juicio se conoció que el menor sufrió antes de su muerte. Salió a pagarle un machete a alias Burgos, pues en una requisa la Policía se lo decomisó. Según un testigo, al hombre no le pareció suficiente el dinero que le dio y junto al Sapo lo entraron a rastras a la casa del primero y lo hicieron sentar en una silla.

Una vez adentro llegó en una moto el Gato y pese a las súplicas de Juan Diego para que no lo mataran, se ensañaron con él. Le propinaron dos puñaladas y un golpe con un objeto contundente en la cabeza, alrededor de 15 puñaladas en el pecho y un número indeterminado en las piernas.