Declaran inimputable a asesino de Saida Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

El Juzgado Primero Penal del Circuito de Manizales determinó que Carlos Felipe López Delgado es responsable de asesinar a Saida Johana Giraldo Castaño, pero debido a su condición mental perturbada al momento de cometer el crimen la sanción será una medida de internamiento en un hospital psiquiátrico.

La inimputabilidad o trastorno mental del atacante la declaró el juez en el sentido del fallo, tras practicarse las pruebas del proceso, que involucran al hombre de 21 años en la muerte violenta de la Rola, como era conocida la víctima. Se recuerda que el homicidio ocurrió en la noche del 9 de junio del año pasado, pero el hallazgo del cuerpo se reportó a la mañana siguiente cerca de la Universidad de Caldas. Presentaba 36 heridas producidas con arma blanca. Por cámaras se identificó el recorrido de López, luego de cometer el crimen.

Desde que se dio la captura del hoy privado de la libertad, también se conoció que es un consumidor habitual de estupefacientes, lo que le provocó un estado de perturbación mental permanente. Sobre esta condición la Psiquiatría Forense indica que la conducta del inimputable debe ser reprendida porque se cometió un delito y es antijurídica porque vulneró un derecho. Por último, “no se inscribe en ninguna de las causales de ausencia de responsabilidad”. 

Es por esta última razón que a pesar de no ser enviado a una cárcel, obligatoriamente debe ser internado en un sitio especializado para pacientes con trastornos mentales, por el tiempo que determine el juez. La pena máxima es de 20 años, pero si se recupera antes puede quedar libre.

Otros casos

►A Juan Manuel Castaño le impusieron 20 años de reclusión en el centro psiquiátrico San Juan de Dios, por asesinar a Luz Amparo Tangarife en el barrio La Enea, en marzo del 2014.

►A Ricardo Enrique González Tovar, sentenciado a 45 años de cárcel por asesinar a sus dos hijas e intentar matar a su esposa, le revocaron la condena y fue declarado inimputable. Le dieron 10 años de internamiento. El caso ocurrió en el 2011 en Puerto Salgar (Cundinamarca).