LA PATRIA | MANIZALES
La justicia cojea, pero llega. Este adagio popular podría resumir lo que le sucedió a un guardián del Inpec, apodado Mula Coja, quien fue acusado por la Fiscalía Primera Especializada de Manizales por concierto para delinquir en modalidad de paramilitarismo, homicidio y tentativa de homicidio.
Luego de varios días de juicio, en el que el Juzgado Penal del Circuito Especializado de esta ciudad escuchó a los testigos, la sentencia del pasado viernes fue sentido de fallo absolutorio. El mismo fin de semana recobraría la libertad. Estaba detenido en la cárcel La 40, de Pereira.
El juzgador no halló méritos para declararlo culpable, pues las pruebas de la Fiscalía no fueron convincentes, mientras que la defensa logró mantener la presunción de inocencia. La obligación del ente acusador es demostrar la culpa del sindicado, más allá de toda duda. Sin eso, el juez está obligado a dictar fallo absolutorio.
Al guardián y a otro hombre, conocido como Chola, los involucraron en delitos asociados al extinto grupo paramilitar Cacique Pipintá. Los dos, declarados inocentes, son de Salamina, sitio donde ocurrieron los hechos por los que los sindicaron.
Alias Jhónatan, exjefe militar del grupo criminal, dijo en juicio que los sindicados nada tenían qué ver en esas cinco muertes. "Bartolo está cambiando la versión. Yo digo la verdad, Bartolo está mintiendo", expresó la semana pasada.
-“La muerte de Jhon William Vásquez Vargas, sindicalista y dragoneante del Inpec en Salamina, fue un favor al director de la cárcel de Salamina, César Augusto Santa, que es amigo y colaborador de la organización”.
-"Maté a José Aristóbulo y Luis Ebedy García Vanegas, los Tolos, porque vendían vicio y compraban cosas robadas en Salamina”.
-“Di la orden de asesinar al expolicía Frank Robert García porque se estaba quedando con dineros de la organización. Dijo que la Sijín lo había allanado y que le incautaron $40 millones. Yo tenía mis contactos en la Sijín y negaron esa versión”.
Todas estas fueron frases que se le oyeron a alias Jhónatan durante el proceso y que pusieron en duda la participación de los sindicados en los homicidios.
Alrededor de 30 testigos, incluidos exintegrantes del Cacique Pipintá de las Auc, dieron sus testimonios en el juicio oral.
Un año estuvo detenido Mula Coja. Lo aprehendieron cuando regresaba de vacaciones a su trabajo en la cárcel de Varones de Manizales.
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