LA PATRIA | ARANZAZU
La Policía de Aranzazu recibió un llamado de aviso sobre un joven que sacaba un ataúd de una bóveda en el cementerio de ese municipio. Cuando llegaron al lugar, vieron al joven besando los huesos que extrajo del cajón, donde reposaban los restos de su padre.
"Lo hacía porque supuestamente lo iban a sacar dentro de dos días, entonces que lo haría primero que sus familiares", indicó un ciudadano.
El joven se hirió una mano al sacar el féretro, por lo que los uniformados lo llevaron primero al hospital para que le prestaran los primeros auxilios. Para lo que el hombre hizo se necesita una autorización previa de la curia, si es muerte natural, o de la Fiscalía, si es muerte violenta.
Después de ser atendido, lo dejaron en manos del ente acusador por el delito de irrespeto a cadáver. Allí debió entrevistarse con el fiscal encargado en Salamina. Un caso así no se había visto en Aranzazu, por lo que quedó en manos del fiscal, quien decidirá si lo deja en libertad o le cobra una multa.
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