LA PATRIA | MANIZALES

De manera fatal terminaron los problemas que desde día atrás tenían dos internos de la cárcel Doña Juana, de La Dorada.

La víctima: Hilde Franklin Herrera Rodríguez, natural de Pitalito (Huila), quien pagaba una condena de ocho años y ocho meses por un homicidio de mayo del 2016. Lo sentenció un juzgado de Anserma. Estaba detenido desde marzo y llegó al centro penintenciario del puerto caldense en agosto pasado.

Al parecer, Herrera Rodríguez discutió en varias ocasiones con Jorge Eduardo Deaza Loaiza, natural de Dosquebradas, y detenido por homicidio. En la noche del sábado, en la misma celda en la que dormían, Deaza Loaiza ahorcó a su compañero. El reporte de la Sijín, que realizó la inspección a las 9:15 p.m, fue muerte por asfixia mecánica.

Así las cosas, el homicida, a quien apodan el Grillo, afrontará otro proceso judicial, que se suma al que ya tiene por la muerte de Andrés Mauricio Castaño Hernández, en mayo del 2014, en el barrio Pueblo del Sol Medio de Dosquebradas. Por ese hecho le dieron 18 años de prisión.

Antecedentes

• 11 de junio pasado. A Bayron López Arango, natural de Sonsón (Antioquia), lo encontraron sin vida dentro de un calabozo de la estación de Policía de Anserma. Se habría ahorcado usando los pantalones. Era mochilero y vivía en Medellín.
• Mayo del año pasado. El Consejo de Estado ordenó al Inpec indemnizar a la familia de Pedro Olmedo Medina Campo, de 21 años, a quien asesinaron durante una riña en la cárcel Doña Juana, el 1º de enero del 2005.
• 7 de mayo del 2006. Hubo una riña dentro de un vehículo particular en la que murió el samaneño Jhon Jairo Carvajal Salazar, de 27 años, por un impacto con arma de fuego. La Policía detuvo a Julián Mauricio Morales Izquierdo, de 27, y a otro hombre, de 29. Los llevaron a los calabozos de la Sijín en Manizales y Morales Izquierdo se suicidó con un cordón.

Del Consejo de Estado

En mayo del año pasado, el Tribunal Administrativo de Caldas ordenó indemnizar a la familia de Johan Steven Buitrago Naranjo, de 19 años, quien falleció el 9 de diciembre del 2012, mientras estuvo retenido en la estación de Policía de Riosucio. Lo aprehendieron porque destruyó unos vidrios. Se intentó ahorcar con la cobija, pero en el acta de inspección técnica se habló de múltiples signos de violencia.

El Consejo de Estado ha dicho que las personas recluidas se encuentran en una situación de especial deber de protección, "lo que hace responsable a las autoridades por los daños que se le causen durante la privación de la libertad".

Añadió que si el Estado no devuelve al ciudadano en las mismas condiciones en que lo retuvo, debe responder patrimonialmente por los perjuicios, aunque haya puesto en funcionamiento todos los recursos de que dispone para protegerlo y evitarle cualquier daño.